Este 16 de abril se celebra el Día Mundial de la Voz, bajo el lema «Resonar, educar, Celebrar», ·una fecha que busca crear conciencia sobre la importancia que tiene la voz, así como los cuidados que se deben tener para evitar problemas relacionados con las cuerdas vocales.

Cada uno de nosotros tiene una voz diferente y personal que nos distingue de las demás personas. Aproximadamente un 5% de la población tiene trastornos de la voz y requiere de atención médica especializada. Estas alteraciones suelen aparecer aproximadamente entre los 25 y los 45 años, sobre todo en quienes tienen profesiones como la locución, la docencia y la actuación.

Y en la mayoría de las veces se deben al mal uso y abuso de la voz y también al sobreesfuerzo. Estas personas deben realizar un control anual, el mismo a cargo del especialista Otorrinolaringólogo. Quien muchas veces realiza la derivación del paciente al Laringólogo( subespecialidad).

10 Hábitos para cuidar nuestra voz:

  • Evitar hablar por encima del ruido ambiente, no es posible ganarle a este ni aún intentando hablar más fuerte.
  • Es recomendable el consumo moderado de cafeína y alcohol, ya que provocan deshidratación de las cuerdas vocales; beber mucha agua es lo ideal para revertir ese efecto.
  • No fumar. Evitar el humo del tabaco, tanto para fumadores activos como pasivos.
  • Comer moderadamente. El reflujo, la acidez, el sabor agrio en la boca y hasta la halitosis al alcanzar las cuerdas vocales, pueden provocar alteraciones en la voz.
  • “Aclarar la garganta” y toser frecuentemente puede dañar las cuerdas vocales. Es conveniente tomar sorbitos de agua y chupar un caramelo para calmar la molestia.
  • Reducir el uso de la voz si se está con gripe o con catarro de las vías aéreas superiores.
  • Evitar hablar mientras se realizan ejercicios.
  • Reducir las largas conversaciones telefónicas. Hacer reposo vocal después de un uso intenso.
  • Dormir al menos 8 horas, la voz se resiente mucho por la falta de sueño, máxime si se utiliza la voz de forma profesional.
  • Hablar pausado con una correcta respiración