Por Marcelo Campanella

Se avecina un nuevo 20 de julio y no se trata solo de una fecha para celebrar la amistad con salidas o encuentros festivos sino también (o principalmente) de un nuevo aniversario lunar. El astrólogo Marcelo Campanella, en diálogo con Conclusión, explica los efectos que esto puede tener.

Es que precisamente 50 años atrás, en 1969, se dio la alunización por parte del hombre, especie que pisó por primera vez el asteroide hace medio siglo y comenzó, entonces, a desentrañar algunos de sus misterios, muchos de los cuales siguen aún “ocultos”, y continúan las expediciones.

Sin ir más lejos, hace algunos meses China envió misiones para explorar “el lado oscuro de la luna”, es decir, aquel que no refracta la luz solar hacia la tierra en su rotación y traslación.

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Coincidencia o no, el hombre alunizó en el año 69, que es el símbolo invertido del signo de cáncer (), que está regido por la luna, y particularmente el día 20 de julio, con el sol transitando el signo de cáncer.

Los sabios de la Antigüedad podían advertir desde la lejanía el funcionamiento de las estrellas. Astronómicamente, los expertos dicen que la luna no es un planeta, sino un satélite que refleja la luz solar.

Respecto a lo astrológico, representa las emociones y el inconsciente. ¿Acaso las emociones no son un reflejo del trato y la relación con los otros? La luna rige las mareas, altas y bajas, lo cual puede repercutir, en efecto, emocionalmente.

En cuanto a Argentina, al ser un país canceriano, es de alguna forma un país lunar. Esto lo hace emocional y cambiante, intenso en escencia, razón por la cual puede explicarse la admiración de países del resto del mundo por el calor afectivo y forma de expresión emocional argentina.

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No obstante, la luna de Argentina, al momento de su “nacimiento”, se encuentra en el signo opuesto a Cáncer, que es Capricornio, por lo cual es una luna “castigada” (la luna representa también al pueblo, lo cual podría explicar la relación tirante entre gobernantes y población).

Ese “castigo” se da donde más duele: los alimentos . Cáncer rige el principio de nutrición desde la infancia, desde el contacto con el pecho materno, lo que también explica (en parte y más allá de las obvias disposiciones geopolíticas derivadas de la “división internacional del trabajo”) que el país haya sido llamado en su momento “el granero del mundo”.

Argentina (canceriana), nutrió a un gran número de generaciones extranjeras con sus propias simientes.

A su vez, puede inferirse que se trata de una época en que la alimentación requiere especial atención y responsabilidad.