El sueño de pasar a la historia, de ganar una medalla o algún que otro trofeo… la necesidad de proyectar un futuro, de encontrar una ruta de salida a complejas y dolorosas realidades cotidianas…

El boxeo amateur es fuerte en barrios vulnerables y pequeñas ciudades, dónde cientos de jóvenes sueñan con la posibilidad de una vida más digna. En ese contexto, los clubes de barrio son hogares, algunos entrenadores son semidioses y la batalla más dura es con uno mismo.

La gloria y la derrota a veces, o casi siempre, sólo tienen que ver con sobrevivir.