El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ordenó destruir la producción de la Avícola Santa Ana pese a los 80 testeos que dieron negativo para gripe aviar.

La empresa tiene prohibido comercializar sus productos porque para el organismo se mantiene la sospecha de gripe aviar. Por eso la compañía debió destruir 360.000 huevos. Ahora, la empresa continuará con una denuncia contra el Senasa por “daños provocados contra la firma”.

“El accionar del Senasa va en perjuicio del establecimiento y los derechos constitucionales infringidos”, dijeron desde la empresa. La denuncia se originó, dijo, por “el abuso de autoridad y el incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos”.

“Todo arranca por cómo se tomaron las muestras, que no se tomaron, porque el inspector del Senasa le dejó los kits para que el personal del establecimiento realizara las pruebas PCR, cuando son ellos quienes tienen que hacerlas”, argumentó.

“Apelamos a un recurso de nulidad. El sábado de Pascua estábamos con este tema, el lunes interpusimos el amparo por la denuncia que habíamos puesto contra el Senasa. Se llevaron las constancias de filmaciones, pero a su vez se reflejaba también que el inspector del Senasa nunca ingresó. Como ese delito se manifiesta como una defraudación, hay un concurso real de delitos que depende de quiénes actúan”, explicó el abogado de la compañía.