Fotos: El Litoral

Por Federico Morel

En la madrugada del 18 de enero de 1999, un colectivo de transporte de pasajeros de la empresa ETACER, la cual unía el trayecto entre Santa Fe y Paraná, cayó al río Colastiné, a unos 15 kilómetros de la capital provincial, aparentemente como consecuencia de haber reventado un neumático y luego impactar sobre un automóvil Peugeot 504 que venía de frente.

Este accidente unió a la ciudad de Paraná y Santa Fe en el dolor, ya que el resultado fueron doce personas de ambas localidades fallecidas y el mismo logró conmocionar a todo un país.

A las tres y cuarto de la madrugada, el interno número 3 de la empresa ETACER, con dirección a Paraná, chocó de frente con un Peugeot 504 cuyo conductor oriundo de la capital entrerriana murió en el acto debido al fuerte impacto sufrido en la colisión.

 

El colectivo, luego del choque, rompió la baranda del puente que estaba cruzando y cayó al agua. En ese lugar, la profundidad del río oscila los 15 metros de profundidad.

El transporte de pasajeros había salido a las 2.30 de la terminal General Manuel Belgrano conducido por Luis Pretz, de 48 años. El automóvil que venía de frente pertenecía a Francisco Abasto, de 38 años, quien era cajero del túnel subfluvial e iba a buscar a su madre a Santa Fe.

Sobre la costa se encontraban dos pescadores que subieron a la canoa ni bien escucharon el impacto y fueron al rescate de tres personas que sobrevivieron al accidente.

 

Llegado el amanecer, la tragedia estaba en todos los medios y noticieros. Un importante operativo de rescate parado sobre el puente y con un tránsito lleno de automóviles, en pleno cambio de quincena de vacaciones, es decir, una ruta cargada en su máximo nivel.

Un buzo de la Prefectura Naval confirmó la posición exacta y anunció que el vehículo estaba con sus ruedas tocando el lecho del río.

 

Una grúa de la EPE llegó al lugar. A las 14.30, mientras estaba levantando el colectivo, los rescatistas sacaban los cuerpos. De un momento a otro, la grúa quedo en una posición inestable y terminó en el fondo del río junto con el micro.

El juez de turno, Daniel Ricci, decidió que no era momento de seguir el operativo y liberó el transito para ambos lados, descongestionando la ruta.

Hasta el día de hoy no se sabe qué ocurrió exactamente esa noche de verano del ´99 que marcó una fecha trágica para ambas provincias hermanas.