Desde el mes de noviembre, con la llegada de los pingüinos de Magallanes, tres diferentes especies pueblan la Isla Martillo: los Pingüinos Papua, Pingüinos de Magallanes y Pingüinos Rey.

Desde entonces comienza la temporada alta de visitas turísticas a la zona que se reduce hacia mediados del mes de abril, cuando los pingüinos Magallánicos emprenden su retirada a las aguas cálidas del sur de Brasil y reinician así el ciclo de sucesivas migraciones que se repite temporada tras temporada.

En la Isla hay habitantes estacionales y permanentes, pero todos tienen el mismo  objetivo: nidificar y formar sus colonias.

El número de parejas reproductivas de pingüino de Magallanes de la isla Martillo año tras año ha ido en permanente aumento, incrementándose a 4950 parejas reproductivas en el 2013.

La presencia de tres especies diferentes de pingüinos convierte a la Isla Martillo en una de las más exclusivas pingüineras del cono sur.

Los más abundantes son los pingüinos magallánicos que conforman la mayoría en estas latitudes y tienen la singularidad de alcanzar una longitud aproximada de 70 cm, con un peso entre los 2.7 y 4.8 kg, cabeza negra con una franja blanca alrededor del ojo y los oídos.

Uno de los detalles más relevantes de la pingüinera de la isla Martillo es tener la única colonia reproductiva en el territorio sudamericano del pingüino papúa. Esta especie tan singular nidifica en esta isla desde mediados de la década de 1980, haciéndolo dentro de la colonia del pingüino patagónico.

También es posible encontrar unas pocas parejas del pingüino Rey Sudamericano o del Atlántico y del pingüino de Penacho Amarillo Sudamericano.

Los magallánicos son alrededor de 17.000, mientras que los papúa apenas suman unos cientos. Eso se debe a que el papúa es una especie esencialmente subantártica que habita las Malvinas, las Shetland del Sur y las Kerguelen. Sin embargo, desde hace largo tiempo algunos ejemplares llegan hasta aquí para anidar en el final de septiembre y se quedan hasta abril, cuando vuelven al mar.

Todos ellos conviven en colonias numerosas en las cuales se reproducen. Los machos magallánicos comienzan a llegar a fines de septiembre, regresando a los mismos nidos utilizados en la temporada anterior. Unos días más tarde, llegan las hembras y con ellas, se van conformando las parejas. Los papúa, durante el mismo período comienzan con su temporada reproductiva, permaneciendo en la colonia durante las horas del día, armando nidos y formando parejas.

Juntos se hacen cargo de la incubación, que dura entre 40 y 50 días -dependiendo de la especie-, alternándose en esa tarea. Luego de este período los padres tienen que alimentar y cuidar de sus depredadores -escúas y gaviotas que atacan principalmente huevos y pichones-.

El nido lo hacen  en cuevas o los forman con piedras y palos sobre el suelo y allí se aloja cada pareja.

El suelo de las islas fueguinas posee características blandas, con alto contenido de materia orgánica, lo que permite a los pingüinos construir cuevas grandes y confortables.

La pingüinera de la isla Martillo es uno de los principales atractivos turísticos para aquellos que viajan a la Patagonia.

Isla Martillo, Tierra del Fuego

La Estancia Harberton fue fundada por el pionero y misionero anglicano, el inglés Thomas Bridges en 1886 y es considerada la más antigua de todas las que existen en el archipiélago de Tierra del Fuego. Está junto a las costas del canal Beagle y desde su muelle es posible navegar hasta la isla Martillo, un sitio utilizado originalmente por la familia Bridges para la cría de ovejas que hoy es una reserva natural ocupada por las 3 especies de pingüinos, una con una colonia muy grande – los magallánicos- y otras dos menores de las especies papúa y el pingüino rey sudamericano.

La estancia está situada sobre el Canal Beagle, 85 km al este de Ushuaia por tierra. Es posible arribar por tierra, tomando la Ruta Nacional Nº 3 hasta Rancho Hambre (40 km asfalto), donde comienza el cruce de los Andes, tomando entonces la Ruta Provincial J (45 km ripio), en un recorrido total de aproximadamente una hora y media. La mayor parte de la ruta sigue el Río Lasifashaj a lo largo del Valle Tierra Mayor, siendo posible observar en una primera instancia los centros invernales y los paisajes montañosos de Ushuaia hasta alcanzar nuevamente el Canal Beagle en la Bahía Almirante Brown. Frente a la bahía se puede ver el pequeño poblado de Puerto Williams, en la costa norte de la Isla Navarino (Chile).

A lo largo del camino se puede disfrutar de los paisajes fueguinos, sus cordilleras, densos bosques de Nothofagus, extensos turbales de Sphagnum, castoreras, y luego, a lo largo de la costa, los característicos “árboles bandera” formados por los fuertes vientos del sudoeste sobre un amplio campo de drumlins (geoformas de depositación glaciar).

Es posible alquilar un taxi, minibus (combi), contratar un viaje organizado o alquilando su propio vehículo; recomendamos partir con el tanque de combustible lleno, ya que no hay estaciones de servicio fuera de la ciudad.

La estancia cuenta con la casa de té Mánacatush, el Restaurante Acawaia, y el Museo Acatushún de Aves y Mamíferos Marinos Australes. En el lugar se puede acceder a una visita guiada que permite recorrer todas las instalaciones del lugar y muestra los distintos trabajos que se realizaban y realizan actualmente en el establecimiento. Los jardines de Harberton presentan vistosas flores y árboles que fueron traídos por la familia Bridges, además de una senda interpretativa con flora autóctona de Tierra del Fuego.