La Terminal de Ómnibus Mariano Moreno amaneció este miércoles inmersa en un clima de tensión. Un grupo de pasajeros que viajó de Pinamar a Rosario arribó a la ciudad y se encontró con que faltaba gran parte del equipaje que habían cargado al salir.

Según contaron los damnificados, en total faltaron unas diez valijas, todas de gran tamaño, que estaban cargadas en la bodega del colectivo y contenían dinero en efectivo y objetos de variado valor.

«Cuando fuimos a recoger las valijas, había diez que no estaban. Faltan y estamos todos desesperados. Teníamos muchas cosas importantes: remedios, dinero y toda la ropa», lamentó este miércoles una de las pasajeras.

Al menos tres mujeres que viajaban en el micro aseguran haber escuchado que la bodega se abrió cuando estaban en Retiro, un ruido que inicialmente asociaron a un posible ascenso o descenso de pasajeros, algo que finalmente no ocurrió.

«Venía dormida (en el viaje) pero me desperté porque justamente paramos. Estaba segura de que era para que suba o baje gente. Me di cuenta ahí que estábamos en Retiro. Cuando nos bajamos acá en Rosario éramos un montón a los que nos faltaba el equipaje. Y justo faltan las valijas grandes», repasó otra de las damnificadas.

Aún así, los choferes no les dieron ninguna explicación. Ante la queja de los pasajeros, les dijeron que ellos nunca abrieron la bodega y que solo pararon un momento a cargar combustible para continuar viaje.

«Los choferes dicen que no saben. No dan ninguna explicación coherente. Supuestamente pararon a cargar nafta en un galpón y no abrieron la bodega, pero tres chicas escucharon el ruido. Además cuando llegamos no había nada violentado, así que tenemos la certeza de que desaparecieron en el galpón», reconstruyó la pasajera.

Y agregó: «Los choferes nos dicen que tenemos que fijarnos en las cámaras. Igual desde la cabina tienen un seguro para destrabar las bodegas cuando llegan los maleteros, así que se abren desde adentro. Caerse, no se cayeron. Está claro que fue un robo».

Al llegar Conclusión al lugar, los pasajeros damnificados realizaban la denuncia frente a la empresa, pero con muy pocas esperanzas de poder recuperar sus pertenencias. «Sabemos que esto va a quedar en la nada. Si no, van a querer pagar un seguro que no llega a pagar ni el par de anteojos que perdí. Tenía planchita y secador de pelo, ropa, de todo», concluyó una de las personas que no halló su valija al llegar a Rosario.