Los talibanes asestaron hoy un duro golpe al gobierno de Ashraf Ghani con un atentado que ha dejado, al menos, 40 muertos y más de 300 heridos -en su mayoría civiles- en Kabul y que iba dirigido contra los servicios de inteligencia afganos, en su primer gran ataque tras el lanzamiento de la denominada ofensiva de primavera.

El atentado se produjo en momentos en que el gobierno trata de mantener viva a duras penas la oferta de diálogo a los grupos insurgentes del país y ha llevado al jefe de gobierno, Abdullah Abdullah, a suspender temporalmente una visita a Pakistán que, según su gabinete de prensa, renovando las acusaciones de Kabul a Islamabad por el apoyo a los talibanes.

Una semana después de haber anunciado el inicio de su habitual ofensiva anual, a las 8.55 hora local (1.25 de Argentina), un camión bomba explotó en una zona de estacionamiento y talleres mecánicos situada en un área de alta seguridad de la capital afgana.

El lugar, lindante con el destacamento encargado de la seguridad de altos oficiales de las Fuerzas Armadas y del gobierno, se convirtió en una sangría de muertos y heridos, en su mayor parte civiles.

El jefe del Departamento de Emergencias del Ministerio de Interior, Homayoon Aini, indicó que el atentado iba dirigido contra el Directorio Nacional de Seguridad de Afganistán (NDS), los servicios de inteligencia afganos.

El vocero de la policía de Kabul, Basir Mujahid, informó a la prensa local que 28 personas murieron en el ataque, la mayoría de ellos civiles.

Además, en el ataque murieron miembros de las fuerzas de seguridad, según una fuente de la institución que fue atacada, que solía formar parte del servicio secreto National Directorate Security (NDS) y que alberga funcionarios afganos de alto rango.
«Al menos 15 miembros (de seguridad) murieron en el incidente», aseguró la fuente citada por la agencia de noticias DPA bajo condición de anonimato.

En tanto que el portavoz del Ministerio de Salud afgano, Ismail Kawusi, cifró el número de heridos en 327.

Un atacante mantuvo un tiroteó con las fuerzas de seguridad y fue reducido media hora después por las fuerzas afganas, consignó la agencia de noticias EFE.

El portavoz talibán Zabihullah Mujahid reivindicó el atentado en Twitter en nombre de la milicia islamista.

Los talibanes afirmaron en un comunicado que un tercer atacante pudo huir tras haber dejado 92 muertos y más de un centenar de heridos en el edificio oficial, aunque los insurgentes suelen dar información exagerada sobre el alcance de sus acciones.