Miles de personas participaron este sábado en el centro de Berlín de una manifestación convocada por el partido de extrema derecha AfD contra la política energética del Gobierno alemán de Olaf Scholz y la inflación.

La protesta convocada por esa agrupación se da en medio de la crisis que enfrenta el oficialismo por los fuertes aumentos de los precios de la energía a raíz de la guerra en Ucrania y la amenaza de un corte de suministro de gas y petróleo rusos durante el invierno.

La marcha fue supervisada por un gran dispositivo policial en Berlín, donde además se registraron contramanifestaciones antirracistas, que congregaron a unas 1.400 personas, informó la agencia AFP.

Los manifestantes, algunos de los cuales agitaban banderas alemanas, rusas o negras, blancas y rojas, símbolo de la extrema derecha alemana, gritaban «Somos el pueblo» o «Habeck debe irse», en referencia al ministro ecologista de Economía, Robert Habeck, encargado de asuntos energéticos.

Los manifestantes llevaban además pancartas de «No a las armas y a la guerra» para protestar contra los suministros de armas occidentales a Ucrania, o «Quiero gas y petróleo rusos».

Tras la invasión de Ucrania, iniciada el 24 de febrero, Rusia empezó a reducir considerablemente sus entregas de gas a Alemania, antes de interrumpirlas completamente a principios de septiembre.

Previo al conflicto, el 55% de las importaciones de gas de Alemania provenían de Rusia, por lo que ahora Berlín está buscando diversificar su lista de proveedores.

El presidente de la Agencia Federal de Redes, Klaus Müller, advirtió esta semana que si no se logra un ahorro de al menos un 20% en todos los sectores, Alemania difícilmente podrá evitar una emergencia en invierno, debido a la escasez del gas.

«La situación puede llegar a ser muy grave si no reducimos significativamente nuestro consumo de gas», declaró.

Los hogares y los pequeños comercios son responsables de cerca del 40% del consumo de gas en Alemania, mientras que las grandes empresas industriales representan el 60% restante.

En septiembre, la inflación alcanzó el 10% interanual, tras el 7,9% del mes anterior, cifras inéditas desde la reunificación de Alemania. El país había registrado cifras por encima del 10 por ciento a principios de los años 50, aunque el método de cálculo fue cambiando con el tiempo.