La organización Amnistía Internacional (AI) retiró al líder opositor ruso Alexey Navalny de su lista de «prisioneros de conciencia» por comentarios xenófobos que hizo en el pasado y de los cuales no se retractó.

Un vocero de AI en Moscú dijo a la cadena BBC que la ONG pensó al principio que una ola de pedidos para tomar esta decisión era una «campaña orquestada» para desacreditar al crítico de Vladimir Putin e impedir que la organización siga pidiendo su libertad.

Pero durante una revisión, AI concluyó que comentarios hechos por Navalny hace 15 años, incluyendo un video en el que compara a inmigrantes con cucarachas, constituye «discurso de odio», algo incompatible con el estatus de «prisionero de conciencia».

Navalny, que casi muere en un ataque con un agente neurotóxico el año pasado, cumple una condena de prisión en Rusia que muchos consideran una represalia por sus denuncias de corrupción y sus investigaciones sobre rusos ricos y poderosos.

«Amnistía Internacional tomó la decisión interna de dejar de calificar a Alexey Navalny como preso de conciencia por los comentarios que ha hecho en el pasado», dijo la ONG en un comunicado, confirmando declaraciones de su vocero en Rusia.

«Algunos de estos comentarios, que Navalny no denunció públicamente, equivalen a una llamada al odio, lo que está en contradicción con la definición de Amnistía de un preso de conciencia», agregó la nota, informó la agencia de noticias AFP.

Sin embargo, la organización reiteró que cree que su condena es política y dijo que «seguirá luchando por su libertad».

«Teníamos demasiados solicitudes; no podíamos ignorarlas», dijo a BBC el vocero de AI en Moscú, Alexander Artemev.

El portavoz señaló que AI inicialmente consideró que esos comentarios de Navalny -que no ha repetido desde entonces- «no eran relevantes» a la luz de su actual persecución política.

Pero luego, las oficinas de AI en todo el mundo se vieron inundadas por denuncias de esos comentarios de «denominados ciudadanos preocupados», en lo que pareció ser una campaña coordinada.

En la década de 2000, Navalny había participado en varios desfiles de la Marcha Rusa, una reunión anual de grupúsculos de extrema derecha o monárquicos, utilizando regularmente un discurso nacionalista y racista para criticar a los inmigrantes procedentes de Asia central o de las repúblicas musulmanas del Cáucaso ruso.

Convertido en el principal opositor al Kremlin, desde entonces ha suavizado su discurso, abandonando esta retórica que justificaba por su voluntad de hablar a todas las esferas de la oposición a Putin.

La decisión de Amnistía Internacional ha provocado un torrente de críticas por parte de los aliados de Navalny, que consideran que la ONG cedió a una campaña organizada para difamarle.

Artemev dijo que algunos de los pedidos de retirar el estatus de preso de conciencia a Navalny citaban un hilo de Twitter de Katya Kazbek, una columnista freelance, publicado por el canal de TV ruso RT, entre otros medios de Rusia.

La columnista, que usa un seudónimo, volvió a publicar los polémicos videos con los dichos de Navalny luego de su detención en enero pasado, describiéndolo como un «racista declarado» y acusando a sus partidarios de querer blanquear su nacionalismo.

Desde que Navalny regresó a Rusia en enero tras convalecer en Alemania por su envenenamiento, otras cuentas de Twitter en inglés han reproducido sus comentarios y lo han acusado de ser un «supremacista blanco».

En Rusia, funcionarios y medios estatales han descrito a Navalny como alguien que tiene vínculos con servicios secretos occidentales y busca desestabilizar el país.

En otro famoso video de principios de 2000 Navalny aparece vestido de dentista, con imágenes intercaladas de trabajadores inmigrantes, y pide la remoción «de cualquier cosa que nos moleste», como los dientes podridos.

«Navalny no ha denunciado sus videos en YouTube, así que pensamos que de alguna manera sigue relacionado a ellos», dijo Artemev.