Hablando a condición de mantener el anonimato debido a la naturaleza sensible del tópico, una fuente de un banco de inversiones importante le dijo a la CNBC que las firmas de servicios financieros elaboraron y echaron a andar una estrategia que toma en consideración el peor de los escenarios que podrían suceder para fines de año.

La fuente de CNBC se enfoca en la posible desintegración de la Unión Europea bajo su cláusula Artículo 50. La fuente dijo que podría haber «referendos en otras naciones europeas (aparte de Gran Bretaña) que podrían llevar a la desintegración del euro o la caída de la libra esterlina a una paridad de 1.20 o menor. Los bancos están listos para lo que sea ahora”, dijo la fuente.

Un cable de Bloomberg, del 30 de agosto, muestra su preocupación: «¿Convirtió en tóxico el Brexit al mercado de derivados?». El ejemplo que escogieron para respaldar su encabezado es el saqueo de las compañías pequeñas y medianas británicas mediante los contratos con derivados amañados, similares a los que quebraron a las municipalidades por todo el mundo. Ejemplo: Jefferson, Alabama. Una cuarta parte de esas compañías de las que se apoderaron, fueron enganchadas en los contratos con derivados de tipo de cambio, que ahora les han estallado en la cara porque el valor de la libra británica ha caído en plomada en un 12% después del voto por el Brexit.

Esa caída puso en ejecución cláusulas en los contratos que forzaron a las compañías a comprar muchas más divisas de las que necesitaban o a comprarlas a tasas horribles, lo que ocasionó pérdidas de entre 10 y 15 millones de dólares, en general, por compañía.