Dos atacantes suicidas se inmolaron en una mezquita y un mercado en el noreste de Nigeria, donde mataron al menos a 28 personas e hirieron a otras 56 en un doble ataque que lleva todas las marcas del grupo islamista local Boko Haram, informaron autoridades.

Los atentados llegaron un día después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, recibiera a su par nigeriano, Muhammadu Buhari, y prometiera más recursos para combatir a Boko Haram.

Las explosiones se registraron pasado el mediodía en la localidad de Mubi, unos 200 kilómetros al norte de Yola, la capital del estado (provincia) de Adamawa, dijo el vocero policial Othoman Abubakar.

Se trata del segundo gran ataque contra una mezquita de Mubi en seis meses. En noviembre, una adolescente se inmoló con una bomba entre decenas de fieles y mató a 50 personas en uno de los ataques más letales en la región en años.

El coordinador de la Agencia de Manejo de Emergencias Nacional (NEMA) en Adamawa, Imam Abbani Garki, dijo que 28 personas murieron y 56 resultaron heridas, 18 de las cuales estaban en estado crítico y fueron trasladadas a Yola.

Adamawa, fronterizo con Camerún, es uno de los estados más afectados por la violencia de Boko Haram, que ha dejado más de 20.000 muertos y alrededor de 2 millones de desplazados. Adamawa es vecina de Borno, el estado que vio nacer al grupo yihadista en 2009 y que es el más golpeado por el extremismo.

Boko Haram tomó brevemente Mubi a fines de 2014, pero fue expulsado por el Ejército y por residentes de la ciudad, que está ubicada cerca de la frontera de Camerún y posee un pujante sector comercial.

El grupo extremista, cuyo nombre en lengua local significa «la educación no islámica es pecado», lucha por imponer un Estado de corte islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el Norte y predominantemente cristiana en el Sur.

En los últimos tiempos sus tácticas se han centrado en ataques esporádicos a puntos débiles como mercados, mezquitas, iglesias y escuelas.

Buhari declaró en 2016 que los yihadistas habían sido mayoritariamente derrotados, pero en el último año cometieron numerosos ataques en el área, incluido el secuestro de más de un centenar de niñas en una escuela en el área de Dapchi, en Yobe.