En medio de una crisis de vivienda que se extiende a varios estados alemanes, Berlín se transformó en el primero de ese país que sancionó una ley para congelar el precio de los alquileres por los próximos cinco años.

La medida, aprobada tras una alianza del Partido Socialdemócrata (SPD), Los Verdes y los poscomunistas de Die Linke (La Izquierda), intentará detener la creciente especulación imperante en el mercado inmobiliario, que ha delimitado una situación límite por el incremento desorbitado de los alquileres y la falta crónica de viviendas.

Datos correspondientes a la Oficina de Estadísticas de Berlín, indican que más de 3,7 millones de personas viven en la capital alemana, cuya oferta habitacional es de 1.906.400 viviendas, de las cuales más de 1,6 millones son alquiladas.

A su vez, 105.500 dentro de ese grupo son viviendas sociales con un alquiler neto menor a los 6,5 euros por metro cuadrado. Para graficar la gravedad del conflicto: se construyeron 16.706 departamentos nuevos en 2018, pero recibir a las 40.000 personas que arriban por año a la ciudad se necesitarían más de 20.000.

“Los alquileres no podrán aumentar durante cinco años”, expresó la ministra berlinesa de Desarrollo Urbano, la izquierdista Katrin Lompscher, tras la aprobación.

La medida, rechazada de plano por la oposición (demócratas cristianos, liberales y la ultraderechista Alternativa para Alemania), alineados al sector inmobiliario, afecta aproximadamente a 1,6 millones de viviendas.

Además, la ley contempla introducir un tope, que si bien no esta definido aún, funcionará también retroactivamente para aquellos valores que superen ese límite. En caso de infracción, se podrán imponer multas de hasta 500.000 euros.

Según trascendió, el Gobierno busca frenar el vertiginoso aumento de los alquileres a la vez que gana tiempo en la construcción de nuevas viviendas.

El debate en torno a esta iniciativa ha crecido a escala nacional y hay posiciones encontradas.

El líder provisional del SPD, Thorsten Schäfer-Gümbel, dijo que el Gobierno de gran coalición, formado por la CDU de Angela Merkel, sumado a sus aliados bávaros de la CSU y el SPD, apoyaría poner un límite al precio del alquiler en toda Alemania.

Lo contradijo el ministro del Interior, Horst Seehofer (CSU). La asociación de propietarios Haus & Grund, pidió por su parte a los caseros que elevaran los alquileres previo a la sanción de la ley, algo que se efectuó.

Para extenderlo, el proyecto de ley debería estar listo el 17 de octubre para que el Parlamento regional lo apruebe a tiempo. Katrin Lompscher resaltó que la ley establecerá una regulación especial y concreta para los propietarios en dificultades económicas.

En marzo ya se había lanzado una consulta popular para “acabar con la especulación salvaje” en la que se solicitaba la expropiación a los grandes consorcios inmobiliarios, para lo cual se deberán alcanzar 170.000 firmas en seis meses.

Las expropiaciones son avaladas por la Constitución de Alemania “solo por motivos del bien común”. “Podrá ser efectuada solo por ley o en virtud de una ley que establezca el modo y el monto de la indemnización”, expresa la Carta Magna de ese país.