El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, quien se consagró en las últimas horas como presidente electo de los Estados Unidos aseguró que no será un mandatario «que divida» a la vez que indicó que «es hora de cerrar heridas».

«No voy a ser el presidente que divida, sino el que una», expresó Biden, a la vez que señaló: «Es hora de bajar la temperatura y cerrar heridas; mirarnos, escucharnos de nuevo y dejar de ver a nuestros oponentes como rivales. No lo son, son estadounidenses».

En un discurso que dio desde su ciudad natal, Wilmington (Delaware), el flamante presidente manifestó además: «Ustedes, que apoyan a (Donald) Trump, entiendo que estén decepcionados. Yo he perdido un par de veces, pero ahora démonos un chance. Es hora de vernos otra vez, de dejar de tratar a nuestros oponentes como enemigos».

El mandatario insistió en que no gobernará como un político de un partido sino que lo hará «para todos los americanos» y que trabajará duro para ello. «Voy a trabajar tan duro por aquellos que no me votaron como por los que lo hicieron, porque es hora de poner fin a la demonización (del contrario), la gente quiere que demócratas y republicanos unan fuerzas», aseveró Biden.

Por su parte, la vicepresidente electa Kamala Harris, expresó en su discurso: «La democracia no es un estado, sino un acto. La democracia es tan fuerte como nuestra capacidad de luchar por ella». «Proteger la democracia necesita sacrificio, pero hay alegría en eso porque nosotros tenemos el poder de construir nuestro futuro. Con su voto han elegido la unidad, la decencia y la verdad», dijo Harris.

La vicepresidenta aseguró también que la llegada de Biden a la Casa Blanca marca «un nuevo día para los Estados Unidos», tras lo cual indicó: «Cuando se sometió a votación nuestra democracia en esta elección, con el alma de Estados Unidos en juego mientras el mundo miraba, se abrió un nuevo día para Estados Unidos».