En un noviembre atípico, Bolivia se ha visto sacudida por una ola de calor sin precedentes, rompiendo la marca de quince récords históricos de temperatura en distintas regiones del país, según informes del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).

«Estos récords históricos se han superado en el oriente del país, afectando también a departamentos como Cochabamba, Tarija y ciudades como Riberalta, Santa Ana y Puerto Suárez, mayormente entre el 15 y 19 de noviembre», explicó Ana Mendoza, pronosticadora del estatal Senamhi.

Las altas temperaturas se volvieron asfixiantes en el oriente boliviano, con termómetros superando los 40 grados Celsius y alcanzando cifras extremas nunca antes registradas.

Se han reportado al menos diez decesos por presuntos golpes de calor en la Amazonía boliviana, lo que llevó al Ministerio de Salud a iniciar investigaciones y auditorías médicas.

«Roboré llegó a los 42,6 grados, San José de Chiquitos registró la temperatura más alta hasta ahora con 44,1 grados, y en el Chaco llegamos casi a los 45 grados. Yacuiba superó el récord histórico con 44,9 grados el pasado 12 de noviembre», detalló Mendoza.

La especialista señaló que la entrada de «masas de aire seco y cálido» fue responsable de estos drásticos aumentos de temperatura, llevando incluso a la activación de una alerta del Senamhi este mes.

«El pasado viernes 17 de noviembre registramos 8.650 focos de calor, la cifra más alta a nivel nacional, principalmente en Beni, Santa Cruz, norte de La Paz y Pando. Afortunadamente, las lluvias han ayudado a reducirlos a 254 en el día de hoy», expresó Mendoza.

Las precipitaciones, tan necesitadas, han brindado un respiro al país, disminuyendo los focos de calor y contribuyendo a sofocar incendios, ofreciendo una esperanza en medio de esta situación climática extrema que ha desafiado el registro histórico de temperaturas en noviembre en el país sudamericano.