El presidente de Brasil, Luiz Inácio “Lula” da Silva, presentó el pasado lunes el programa “Terra da Gente” (Tierra de gente, en español), mediante el cual entregará terrenos a familias que deseen trabajar y vivir en el campo.

Al presentar este programa –que algunos entienden como un primer paso para la reforma agraria– el mandatario brasilero manifestó: “Es una nueva forma de afrontar un viejo problema. Le pedí a Paulo Teixeira (ministro de Desarrollo Agrario y Agricultura Familiar) que hiciera una encuesta de todas las tierras que podrían quedar disponibles para el asentamiento en el país. Esto no invalida la continuidad de la lucha por la reforma agraria, pero lo que queremos es mostrar a los ojos de Brasil lo que podemos utilizar sin mucha lucha”.

En un acto que tuvo lugar en el Palacio do Planalto, Lula advirtió: “Después del acuerdo, hay una tarea tanto o más importante que regalar la tierra, que es hacerla productiva y atractiva para que la gente tenga una razón para vivir allí”.

Además de cumplir con la reforma agraria, prevista en la Constitución Federal, la nueva medida permite la inclusión productiva, ayuda a resolver conflictos agrarios y contribuye a aumentar la producción de alimentos.

Por su parte, el ministro de Desarrollo Agrario y Agricultura Familiar, Paulo Teixeira, destacó: “Queremos que estos nuevos asentamientos nazcan con asistencia técnica de la mejor calidad. Estamos creando una red de universidades e institutos estatales y federales para ayudar a ver cuáles son los temas ambientales y los temas económicos, y, así, lograr que nazcan con mucha orientación”.

Para 2024, está previsto un presupuesto de 520 millones de reales para la adquisición de propiedades, beneficiando a 73.000 familias. Para 2026, se estima que se beneficiarán 295.000 familias campesinas.

El decreto firmado por el presidente Lula organiza diferentes modos de obtención y asignación de tierras: ya adquiridas, en proceso de adquisición, sujetas a adjudicación por deudas, propiedades improductivas, propiedades de bancos y empresas públicas, áreas ilícitas, tierras públicas federales, tierras donadas y propiedades estatales que pueden utilizarse para pagar deudas. De esta manera, el Gobierno cuenta ahora con un mapeo detallado con tamaño, ubicación y alternativas para la obtención de áreas que pueden destinarse a la reforma agraria.

De 2023 a 2026, 295 mil familias deberán ser incluidas en el Programa Nacional de Reforma Agraria, con 74.000 asentadas y 221.000 reconocidas o regularizadas en lotes de asentamiento existentes. Además, otras 7.000 familias deberán acceder a la tierra a través del Programa Nacional de Crédito Agrario. Así, Terra da Gente y las nuevas alternativas de obtención aumentarán el número de familias asentadas en un 877% en relación al período de 2017 a 2022.