En el segundo programa del nuevo ciclo de Café Internacional, Santiago Toffoli y Emilio Ordoñez abordaron los temas más importantes de la agenda global, haciendo énfasis en procesos de largo trecho como lo es la guerra ruso ucraniana y cómo esta contextualiza el abordaje de las elecciones en Estonia. También se tocaron temas de interés político de gran conflictividad en países de nuestra región, tales como la crisis política en Ecuador y el inicio del nuevo proceso para la confección de una nueva constitución en Chile

En cuanto a las elecciones en Estonia, se destaca la victoria del Partido Reformista de la actual primera ministra Kaja Kallas, con el 31% de los votos, seguido por el Partido Popular Conservador (EKRE), de posiciones ultraderechistas, que se alzó con el 16%, desplazando a opciones más moderadas como el Partido de Centro, que obtuvo un 15%. A nivel local, esto garantiza la renovación del mandato de Kallas, si bien deberá armar nuevas coaliciones de gobierno para ello. Por otro lado, se destaca el crecimiento de las opciones de ultraderecha, a tono con lo que ocurre en el concierto europeo e internacional.

La relevancia de estas elecciones en este pequeño país báltico se explica tanto por el carácter fronterizo de Estonia con Rusia, como con la confirmación de la política a favor de mantener la ayuda militar y de otro tipo a Ucrania en el marco de la guerra en curso. Estonia ha defendido las posturas más duras en términos de sanciones a Rusia y de provisión de armas y recursos a Ucrania incluso desde antes del inicio de la confrontación bélica, siendo el país que más ha aportado en ayudas a Ucrania en relación al tamaño de su economía, todo lo cual es motivo de disputa con el EKRE, de posición marcadamente pro-rusa.

Este escenario confirma las tendencias actuales de ampliación de repercusiones de la guerra por fuera de su teatro de operaciones, pensando en el Mar Báltico como nuevo foco de tensiones tras la intención de Suecia y Finlandia de formar parte de la OTAN, así como también parece consolidarse el relato actual sobre el conflicto, mucho más cercano a las posiciones belicistas llevadas adelante por los países de Europa Oriental en relación al discurso gradualista llevado adelante por Francia o Alemania al principio del conflicto. También se pusieron de relieve los determinantes históricos de la relación estonio-rusa, entre ellas la presencia de una minoría rusoparlante en el país báltico y los escenarios de conflicto que de ello se podrían suscitar, así como también la vertiente china del conflicto y como los países bálticos también aquí parecen ir en consonancia con las posiciones sostenidas por Estados Unidos.

En segundo lugar, el programa abordó un nuevo escenario de crisis en Ecuador tras la aprobación de un pedido de informe para el inicio de un proceso de juicio político contra el presidente Guillermo Lasso, sustentado en presuntas causas de corrupción que involucran a personalidades de su entorno, entre ellas su propio cuñado. Para profundizar sobre este tema se entrevistó al analista político y columnista Giuseppe Cabrera, quien primeramente destacó la creciente importancia que viene asumiendo la Corte Constitucional como ultima ratio política y como organismo de destrabe.

En este sentido, Cabrera puntualizó que este pedido de informe no da comienzo formal al proceso de juicio político, y que el inicio del mismo dependerá no sólo de las mayorías parlamentarias que puedan formarse, sino que tendrá suma importancia el dictamen que la Corte Constitucional en torno a la forma de este pedido. Al mismo tiempo, el politólogo ecuatoriano da cuenta de como la política partidaria puede permear a dicho organismo en términos de este mismo dictamen, y analiza el comportamiento de las bancadas parlamentarias a partir de las mayorías obtenidas para la aprobación de dicho informe, y como la Corte Constitucional condiciona sus posturas políticas al respecto.

Finalmente, el conductor del programa analizó el comienzo de un nuevo proceso constitucional en Chile, con la instalación formal del nuevo Comité de Expertos en el Congreso chileno, conformado con 24 miembros, que redactarán las bases para la redacción de la nueva Constitución.

Según Toffoli, esto representa un intento de retomar la iniciativa política por parte del gobierno de Gabriel Boric tras la victoria del Rechazo en el plebiscito de salida de septiembre pasado, destacándose el mayor poder decisional de los partidos políticos con respecto al proceso constitucional anterior, y la acotada participación de la sociedad en esta nueva instancia con la elección popular de 50 miembros del Consejo Constitucional pautada para el mes de mayo. Todo concluirá en diciembre, cuando se realice un nuevo plebiscito de salida. El desafío, según Toffoli y Ordoñez, estará dado por la recuperación de la confianza y el interés de una opinión pública que se ve apartada de este nuevo proceso, y de cómo el actual gobierno podrá concretar esto en un contexto de polarización política y crisis económica y de seguridad.