Las Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL), que el presidente Vladimir Putin reconoció como Estados independientes anunciaron que quieren realizar referéndums para unirse a Rusia, del 23 al 27 de septiembre. Igual posición adoptaron las regiones de Kherson y Zaporiyia, que aún no han sido reconocidas como Estados independientes. También dijeron que tendrán su propia votación.

En cuanto al impacto que, de confirmarse, podrían tener dichas anexiones sobre el escenario de guerra, hay que considerar que Ucrania y, potencialmente también sus aliados occidentales, estarían luchando contra la propia Rusia. Eso aumentaría el riesgo de una confrontación militar directa entre Rusia y la alianza militar de la Otan, un escenario que según el presidente Joe Biden podría conducir a la tercera guerra mundial, porque los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte están suministrando armas y brindando inteligencia a Ucrania.

El anexo formal de esa gran parte del territorio ucraniano sería una escalada importante en el conflicto. Y, mientras aumenta la apuesta de la confrontación, Putin podría anunciar pasos adicionales.

En tanto, el gobierno de Ucrania aseguró que la «amenaza de referéndums» es «un chantaje ingenuo y una señal de que Rusia estaba asustada por el desarrollo de la guerra en los últimos días». «Así es como se ve el miedo a al derrota. El enemigo tiene miedo y se ofusca de manera primitiva, aseguró Andriy Yermak, jefe de Gabinete de Volodimir Zelnsky.