En su primer día de alegatos ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya en el marco del proceso en el que se decide si Chile debe sentarse a negociar una salida soberana al mar para Bolivia, la comitiva chilena intentó desacreditar los argumentos presentados por los bolivianos durante las dos primeras jornadas.

En su alegato, el agente chileno Claudio Grossman acusó a Bolivia de “representar mal los hechos y el derecho”, y aseguró que lo que pretenden los bolivianos es que Chile “ceda territorio» a Bolivia como demuestran las declaraciones de Evo Morales antes del primer día de presentaciones en las que decía que “Antofagasta es, fue y será de Bolivia”.

Para concluir su intervención, Grossman recordó que, desde el punto de vista del Derecho Internacional, “Chile quiere recalcar que nunca ha tenido una obligación de negociar en el futuro una salida al mar con Bolivia”.

Posteriormente tomó la palabra el abogado británico Daniel Bethlehem, quien dijo que “toda la presentación de Bolivia se basa en generalidades”, mientras que “Chile viene a la Corte con una causa que se basa en la evidencia”, y añadió que los argumentos bolivianos “hacen un llamamiento al sentimiento, no al derecho”.

Concluyeron las declaraciones chilenas tres especialistas en derecho internacional: el francés Jean Marc Thouvenin, la abogada australiana Kate Parlett y el británico Sam Wordsworth, quienes defendieron que Chile no tiene obligación legal de negociar la salida al mar con Bolivia.

El presidente chileno Piñera se mostró firme al decir que “llegó el tiempo de que Bolivia deje de confundir aspiraciones de una parte con obligaciones de la otra parte”, y concluyó asegurando que sabrá «defender con eficacia, su territorio, su mar y su soberanía”.

Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, consideró que la exposición chilena en La Haya estuvo llena de contradicciones y «eludió el origen del problema».
Morales dijo ante los medios en el Palacio de Gobierno en La Paz que el argumento chileno está «lleno de contradicciones», y afirmó que acuerdos entre ambas partes en 1920 y 1950 «ofrecen» a Bolivia acceso soberano al mar «independientemente del tratado de 1904», que fijó las fronteras entre los dos países tras la guerra del Pacífico que Bolivia califica de «invasión».