China no necesita enviar tropas a Hong Kong ya que la policía local tiene medios para hacerle frente a las protestas, aunque si continúan «la violencia y el caos» aumentarían las posibilidades de una represión militar, expresó hoy un asesor del gobierno de Beijing.

«No creo que necesitemos usar tropas. La Policía de Hong Kong irá intensificando poco a poco sus actuaciones, y no han agotado sus medios», explicó Shi Yinhong, un experto en relaciones internacionales de la Universidad del Pueblo y asesor del Consejo de Estado.

No obstante, Shi advirtió que si se continúan registrando episodios de violencia en las protestas, «no estaremos demasiado lejos de alcanzar el punto» en el que China decida que sus fuerzas armadas intervengan en la isla.

Estas declaraciones se publican el mismo día en el que fueron fotografiados decenas de vehículos militares chinos en la ciudad de Shenzhen, limítrofe con Hong Kong.

Estos vehículos se encuentran en un estadio muy cercano a un puente que une la ciudad con Hong Kong, y probablemente pertenecen a la Policía Armada Popular (PAPF), un cuerpo policial militar bajo el mando directo de la Comisión Militar Central, liderada por el presidente chino, Xi Jinping.

Los medios estatales publicaron el lunes vídeos de tanquetas y camiones de transporte de efectivos pertenecientes a la PAPF que se dirigían a Shenzhen.

El video publicado por la televisión estatal CGTN no hacía mención directa a Hong Kong, pero recordaban que la ley china estipula que este cuerpo «debe participar en la respuesta a revueltas, disturbios, graves delitos violentos, ataques terroristas y otros incidentes que perjudiquen la paz social».

Shi indicó que una intervención militar directa en Hong Kong podría dañar aún más las relaciones con Estados Unidos, muy deterioradas por la guerra comercial, reprodujo la agencia de noticias EFE.

Las protestas en Hong Kong comenzaron en marzo frente a la iniciativa de las autoridades locales de promulgar una ley de extradición a China que, según sus opositores, podría servir para que disidentes políticos y sectores críticos con el régimen comunista fueran llevados al gigante asiático para ser juzgados sin garantías.

Las manifestaciones movilizaron a cientos de miles de personas desde junio y han estado acompañadas de represión policial para aplacar los intentos de los manifestantes de afectar el curso normal de la ciudad con huelgas y ocupaciones de edificios oficiales, comisarías, estaciones de metro o el aeropuerto.