Este martes, Vanuatu ha insistido en que no planea permitir que China instale una base militar en su territorio después de que la difusión de informaciones sobre las presuntas intenciones de Pekín al respecto generarán preocupación en Australia y Nueva Zelanda.

El diario The Sydney Morning Herald publicó que China había preguntado si existía esa posibilidad a la nación del Pacífico, un paso que temen las autoridades de Australia porque alteraría el equilibrio estratégico en la región. No obstante, hasta el momento el Gobierno de Vanuatu no tiene ninguna propuesta formal respecto a crear una base a menos de 2.000 kilómetros de la costa australiana.

«La perspectiva de un puesto militar chino tan cerca de Australia se ha debatido al más alto nivel en Canberra y Washington», indicó ese rotativo, que especuló con la opción de que Pekín ponga en marcha su ambición militar en Vanuatu de manera gradual: primero, con un acuerdo de acceso que permita a los barcos navales chinos atracar de manera rutinaria para reabastecerse de combustible.

Uno de los proyectos más importantes de Vanuatu está financiado con dinero chino: la construcción de un nuevo muelle en la isla norteña de Espíritu Santo, cerca de un aeropuerto internacional.