Unas 242.000 personas en el suroeste de Colombia necesitan ayuda humanitaria ya que los combates entre grupos armados impidieron que llegue la asistencia, denunció hoy la ONG Consejo Noruego para Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés).

En los últimos días, la situación de seguridad se agravó en el departamento de Cauca, suroeste del país, debido a enfrentamientos entre el Ejército y disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que no se plegaron al histórico acuerdo de paz que se firmó en noviembre de 2016.

La comunidad de esa región se ve afectada por el asesinato de líderes sociales, las amenazas a las comunidades, el uso de minas antipersona, el desplazamiento y el confinamiento de comunidades enteras rodeadas por enfrentamientos armados entre varios grupos, detalló el NCR en un comunicado, informó la agencia de noticias.

«Estamos siendo testigos del incremento del sufrimiento humano como consecuencia de las acciones armadas que limitan el acceso a la asistencia y a la labor humanitaria en el Cauca», dijo el director de país del Consejo Noruego para Refugiados, Christian Visnes.

Además, aseguró que «es urgente que estas acciones paren y que los actores armados respeten el Derecho Internacional Humanitario».

En el informe, el NRC reclamó al gobierno de Colombia, a los actores armados y a la comunidad internacional que respeten la labor humanitaria y garanticen el acceso a la población civil.

«La población civil y los actores humanitarios no pueden ser atacados. Es muy grave que continúen las violaciones a los derechos de la población civil y los incidentes que afectan a los actores humanitarios luego de la firma de la paz», afirmó Visnes.

Precisamente ayer, el gobierno colombiano anunció que enviará a 450 soldados más a Cauca para reforzar la presencia militar.

Según datos del organismo de la ONU para refugiados (Acnur), a nivel global el número de personas forzadas a abandonar su hogar a causa de la guerra, la violencia y la persecución alcanzó su máximo histórico en 2016 con más de 65,6 millones de desplazados.