El Senado de Estados Unidos aprobó en las últimas horas una ley de presupuesto que extiende los fondos federales a los niveles actuales hasta el 23 de diciembre, decisión que ya recibió el visto bueno de la Cámara de Representantes y que busca evitar una parálisis de la administración federal.

Los senadores votaron 71-19 a favor de la ley que la Cámara baja aprobó el miércoles para esquivar el llamado shutdown, o cierre de la administración. Ahora, el texto debe ser firmado por el presidente Joe Biden.

Así, el Congreso se dio otra semana para negociar un acuerdo de gastos que cubra las previsiones hasta el fin del año fiscal 2023.

Los legisladores actuaron rápido dado que el plazo para aprobar alguna ley de presupuesto expiraba este viernes a la medianoche, consignó la agencia de noticias AFP.

De no conseguirlo, se hubiese cortado la financiación de los servicios federales y se habrían paralizado las operaciones en sectores del Gobierno.

Departamentos gubernamentales y otros edificios federales, así como parques nacionales, algunos museos y otras organizaciones se verían afectados por un shutdown, obligando a cientos de miles de trabajadores federales a suspender sus labores.

En el invierno boreal entre 2018 y 2019 ocurrió el antecedente más largo de esta situación de la historia de Estados Unidos, e incluso afectó la revisión de equipaje en los aeropuertos.

A pesar de la fuerte división bipartidista, la mayoría de congresistas demócratas y republicanos no desean llegar al shutdown, ya que se corre el riesgo de crear caos antes de las fiestas de fin de año.

Sin embargo, los dos partidos actualmente todavía no lograron ponerse de acuerdo sobre un presupuesto final para el año fiscal 2023.