Aviones rusos atacaron en Siria a grupos «financiados y entrenados por nuestra CIA», afirmó este jueves el senador estadounidense John McCain, en una versión que de ser confirmada elevaría las tensiones ya existentes entre Moscú y Washington.

«Los ataques iniciales fueron realizados contra individuos y grupos que han sido financiados y entrenados por nuestra CIA», expresó McCain a la red de televisión CNN, asegurando que sirvieron para mostrar que la real prioridad del presidente Vladimir Putin es sostener al líder sirio Bashar al Asad.

Los nuevos bombardeos, reafirman que combate tanto al Estado Islámico (EI) como a «los otros grupos terroristas»

Según una fuente de seguridad siria, aviones de combate rusos atacaron bases de Jaish al Fatah en Jisr al Shughur y en Jabal al Jawiya (en la provincia de Idleb), y también golpearon posiciones de grupos armados, bases y depósitos de armas en Hawash, en la provincia de Hama.

Jaish al Fatah («El Ejército de la Conquista», en árabe), agrupa al Frente al Nosra, rama siria de Al Qaida, y a otros grupos islamistas como Ahrar al Sham.

«La aviación de la coalición formada por los cerdos rusos» y el régimen sirio «ha arrasado una mezquita en Jisr al Shughur», escribió en Twitter un miembro de la alianza islamista.

Al Nosra y Ahrar al Sham combaten tanto al régimen de Bashar al Asad como al Estado Islámico, que según Moscú es su objetivo en Siria.

En la primavera boreal, esta coalición de yihadistas e islamistas había infligido una severa derrota al ejército sirio, amparándose de la provincia de Idleb.

Esa victoria le permitió asediar a las zonas alauitas del litoral mediterráneo, que de caer podrían provocar el fin del régimen de Al Asad.

Por su parte, las Fuerzas Armadas rusas confirmaron el jueves haber atacado cuatro posiciones del Estado Islámico (EI) y haber destruido «un cuartel general de los grupos terroristas y un polvorín en la zona de Idleb».

También destruyeron un taller de fabricación de coches bomba en el norte de Homs y un campamento de combatientes en Hama.

La aviación rusa, que desplegó una treintena de aviones en Siria, había lanzado el miércoles sus primeros ataques a pedido del presidente Al Asad.

Paralelamente, Estados Unidos y Rusia se pusieron de acuerdo para reunirse cuanto antes a fin de concretar un mínimo de coordinación para evitar incidentes entre aviones de caza en un cielo sirio casi embotellado.

En el espacio aéreo sirio incursionan la aviación de los países de la coalición dirigida por Estados Unidos, los aparatos sirios y, ahora, los aviones de ataque rusos.

Al término de su tercera entrevista en pocos días con el secretario de estado estadounidense John Kerry en Nueva York, el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov desestimó acusaciones del Pentágono y del jefe de la oposición siria en el exilio, Jaled Joja, que afirmaron que el miércoles los aviones rusos no habían atacado a los yihadistas del Estado Islámico.

«Los rumores de que el blanco de estos ataques no era el EI carecen de todo fundamento», declaró Lavrov, que añadió que no tenía «ninguna información» sobre posibles víctimas civiles.

La aviación rusa «se esfuerza en proceder a bombardeos precisos», agregó Lavrov.