La delegación cubana reiteró «la importancia de que se restablezca» el procesamiento de visas de no inmigrantes» porque «tras 6 años, le resulta inexplicable al ciudadano cubano la obligación de viajar a un tercer país para obtener una visa», afirmó un comunicado del gobierno de la isla.

En enero último, la embajada estadounidense reanudó la entrega de visas inmigrantes de reunificación familiar a los cubanos, pero sigue sin expedir, según Cuba, las de no inmigrantes, destinadas a turistas, estudiantes e inversores, entre otros.

Los representantes cubanos en Washington, encabezados por el viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, también renovaron su queja por el «otorgamiento de asilo político» a Rubén Martínez Machado, un piloto cubano que huyó en octubre a Florida en una avioneta.

«La impunidad sobre acciones de esta naturaleza estimula actos ilícitos con consecuencias peligrosas y negativas para la seguridad aérea y la seguridad nacional de ambos países», lamentó la representación.

En las negociaciones, ambos países revisaron el cumplimiento de los acuerdos migratorios bilaterales, semanas antes de que el gobierno estadounidense levante una norma sanitaria que permite bloquear a la inmensa mayoría de los migrantes en la frontera con México.

Washington y La Habana reanudaron el año pasado las negociaciones migratorias, en un contexto de éxodo récord de cubanos.

Desde entonces, el número de cubanos interceptados por las autoridades estadounidenses cayó de 28.845 en octubre de 2022 a 753 en febrero de 2023, según datos oficiales, a partir de un plan del presidente Joe Biden que autoriza la entrada de hasta 30.000 migrantes por mes de Cuba, Nicaragua y Haití y Venezuela.

La delegación estadounidense, presidida por el subsecretario adjunto del Departamento de Seguridad Nacional para América Latina, David Cloe, destacó «áreas de cooperación exitosa» e «identificó problemas que han sido obstáculos para cumplir con los objetivos de los acuerdos», señaló el Departamento de Estado en un comunicado.

«Garantizar una migración segura, ordenada, humana y regular entre Cuba y Estados Unidos sigue siendo un interés mutuo de ambos países», según Washington, que se declaró interesado en «fomentar la reunificación familiar y promover un mayor respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales» en la isla.

La embajada de EEUU en la isla escribió en su cuenta de la red Twitter que «mantener conversaciones constructivas con Cuba es clave para garantizar una migración segura, ordenada, humana y regular entre ambos países».

Pese a «su disposición» por seguir con las conversaciones migratorias, los cubanos reprocharon lo que consideran «medidas de estímulo a la migración ilegal».

En el comunicado mencionan por ejemplo «el impacto negativo» del bloqueo económico y «el trato preferencial que aún reciben los cubanos que entran de manera ilegal en el territorio estadounidense».

A su llegada a la Casa Blanca en enero de 2021, Biden prometió revisar la política estadounidense hacia Cuba, pero endureció su posición tras las protestas contra el Gobierno de julio de ese mismo año, que dejaron un muerto, y decenas de heridos y condenados judicialmente.