La Organización No Gubernamental (ONG)  Safegard Defenders, encabezada por Peter Dahlin, dio a conocer un informe en el que denuncia operaciones alegales llevadas a cabo por el Gobierno de China en más de 30 países.

La condición de alegal expone que tales acciones son desconocidas o no reglamentadas y tienen por finalidad forzar el regreso de “fugitivos” sospechosos de haber delinquido para que regresen al gigante asiático para ser juzgados.

En tal sentido, la activista de Derechos Humanos y directora de Campaña de la ONG, Laura Hart,  expresó su preocupación en Sky News de Australia ante lo que considera una proliferación a nivel mundial de centros operativos clandestinos pertenecientes al Gobierno chino.

Según la activista, en dichas instalaciones no tan solo se ofrecería asesoramiento consular a los nacionales chinos en el extranjero, sino que también se intimidaría y detendría a aquellos nacionales considerados disidentes con el fin de “repatriarlos”.

En tanto, el diario español El Correo se hizo eco de la situación al señalar cómo funcionan “las operaciones ‘secretas’ de la policía china en España”.

“Un informe detalla las operaciones alegales de China en el extranjero para ‘convencer’ a chinos sospechosos de haber delinquido de que regresen a casa para ser juzgados. Lo hacen a través de una red de 54 oficinas en 30 países”.

Además, El Correo informa de unas nueve “oficinas” de esas características en España, identificadas por la ONG, que se encuentran diseminadas entre Madrid, Barcelona, Valencia, Santiago de Compostela y Manresa, donde se ha radicado la mayoría de los chinos en España, siendo todos los inmigrantes procedentes de las jurisdicciones de Fuzhou y Qingtian.

Además, el pasado 8 de octubre, el diario irlandés The Irish Times tituló: “El gobierno busca respuestas de la embajada china sobre la ‘estación de servicio de policía’ en Dublín”.

En la nota https://www.irishtimes.com/politics/2022/10/08/government-seeks-answers-from-chinese-embassy-on-police-service-station-in-dublin/, se puede apreciar una foto del domicilio con una placa de acrílico en la puerta, grabada en mandarín e inglés donde se lee “Estación de servicio de la policía de Fuzhou en el extranjero, Dublín, Irlanda”. Cabe destacar que una vez publicadas las fotos y notas en los medios la placa se removió.

 También, hace un par de semanas la Canadian Broadcasting Corporation (CBC), empresa titular de tres radios, un canal abierto y dos canales temáticos, reportó un cuadro de características similares en la ciudad de Toronto.

Según estimaciones de la ONG, hasta la fecha más de 200.000 chinos han sido “repatriados” por “disidencia” o por “sospecha de delincuencia” desde países asiáticos y occidentales entre los cuales figuran Australia, Canadá, España, Italia e Irlanda.