La Fuerza Aérea Brasileña (FAB) confirmó que son verdaderos los audios divulgados del vuelo que llevó a prisión a Luiz Inácio Lula da SIlva, donde por radio se pedía «tirar a esa basura por la ventana» y «que no vuelva nunca más», en alusión al ex presidente.

El hecho generó un capítulo más de la crisis generada por la detención del líder opositor de Brasil el sábado pasado.

Según la Fuerza Aérea, los mensajes de odio contra Lula, que estaba siendo llevado en avión desde San Pablo hasta Curitiba el sábado a cumplir una condena de 12 años y un mes de prisión, no partieron de ninguna de las torres de control ni de los aeropuertos de Congonhas ni del destino, Alfonso Pena, en la capital del estado de Paraná.

«Las voces no son de controladores de vuelo», dijo la Fuerza Aérea, que indicó que la frecuencia usada para las comunicaciones es abierta y que las reglas alientan a que cada uno que ingresa en la radio debe identificarse.

«Lamentablemente, la frecuencia fue usada de modo inadecuado por algunos usuarios que se valieron del anonimato para contrariar las reglas», dice un comunicado de la Fuerza Aérea.

Lula, que gobernó entre 2003 y 2010, fue llevado por la Policía Federal hasta la superintendencia de la fuerza en Curitiba, un edificio inaugurado precisamente por el líder del PT durante su primer mandato: una placa recuerda su nombre y el de su ministro de Justicia, Marcio Thomas Bastos.

La divulgación del audio, por parte de la cadena Record, ocurrió a menos de una semana en la cual el jefe del Ejército, por Twitter, pidió por el «fin de la impunidad» justamente horas antes de que el Supremo Tribunal Federal decidía la suerte de un habeas corpus que pudo evitar la detención de Lula, ordenada por el juez Sérgio Moro.

Generales retirados, por las redes sociales, amenazaron a los jueces de la corte de intervención militar en caso de que Lula obtuviera éxito para continuar el proceso en libertad.

Lula está condenado por corrupción y lavado de dinero por haber recibido -en propiedad oculta- un departamento en el balneario de Guarujá de la empresa OAS, una constructora involucrada en el escándalo de desvíos de fondos de Petrobras.