El Ejército de Liberación de Baluchistán (Bla), separatista, se atribuyó la responsabilidad de una bomba que explotó hoy en la ciudad de Quetta, en el sudoeste de Pakistán, y que causó la muerte de al menos dos policías y heridas a otras 18 personas.

La explosión ocurrió cerca del hotel Serena, cuando un vehículo policial «fue golpeado con un dispositivo improvisado», informó el vocero del Bla, Jiand Baloch, con un mensaje publicado en la red social Telegram y replicado por la agencia de noticias ANSA.

La explosión fue provocada por un paquete bomba colocado en una motocicleta.

«Los elementos terroristas quieren arruinar la paz de la provincia; nunca permitiremos que los terroristas tengan éxito en sus nefastos planes», señaló el ministro principal de Baluchistán, Jam Kamal Khan, según la agencia Europa Press.

En tanto, el vocero del gobierno de Baluchistán, Liaquat Shahwani, informó que el artefacto explosivo estaba instalado en una motocicleta y tenía como objetivo un vehículo en el que viajaban 15 policías.

Por el atentado, también resultaron heridos al menos 12 policías y seis civiles, que fueron trasladados al hospital.

«Los terroristas quieren perturbar la paz de Baluchistán y sembrar el miedo; llevaremos ante la justicia a los elementos que intentan crear disturbios en el pacífico Baluchistán», anunció Shahwani, citado por el diario Down.

La explosión se produjo en las inmediaciones del Hotel Serena de Quetta, escenario hace tres meses de otra fuerte deflagración que mató a cinco personas e hirió a una docena.

Desde entonces, en la ciudad -cercana a la frontera con Afganistán- se registraron ataques contra el personal de seguridad, que dejaron varios muertos y heridos, también entre la población civil.

Baluchistán, limítrofe con Afganistán e Irán, es una de las provincias más vulnerables de Pakistán y tiene delante suyo varios frentes en materia de seguridad, con amenazas que van desde los talibanes, hasta militantes suníes que luchan contra musulmanes chiíes e insurgentes nacionalistas que buscan liberar la provincia.

Esta nueva ola de ataques es vista también como una reacción de las distintos grupos armados a los planes de inversión de China, que unen la provincia china de Xinjiang con el Golfo en Baluchistán a través de una red de rutas y vías férreas.