Se profundiza el reclamo de productores rurales autoconvocados uruguayos. Este jueves se realizó una vigilia en más de 200 puntos del país en un marco de protestas que iniciaron hace aproximadamente un mes, exigiendo al gobierno de Tabaré Vazquez medidas para atender lo que señalan como una profunda crisis financiera del sector agropecuario.

Al costado de las rutas los presentes plantaron maquinarias, vehículos y parrillas, con el objetivo de enviar señales de fortaleza al Ejecutivo uruguayo, que ya tomó nota del movimiento y dispuso algunas medidas, que consideraron insuficientes.

30 horas de vigilia a la vera de rutas uruguayas para exigir medidas que alivien la situación del campo en ese país.

Los manifestantes, que se mueven por fuera de la representación gremial tradicional del campo, vienen realizando protestas desde hace alrededor de un mes, sin consignas partidarias y entonando el himno al inicio de cada encuentro, con banderas uruguayas que acompañan cada jornada.

«Nos robaron nuestro futuro. Estamos aquí para recuperarlo» rezaba una pancarta colgada de la cabina de un camión sobre el acceso al puente internacional Artigas de Paysandú, una de las localidades donde tuvo nacimiento la iniciativa de los ruralistas, a las que este jueves se sumaron algunos jubilados y otros sectores de la economía.

El enojo de los agropecuarios se remonta al inicio del segundo mandato de Tabaré Vázquez, en marzo de 2015, cuando el mandatario uruguayo impulsó una serie de medidas para paliar el abultado déficit de las finanzas públicas (3,6% del Producto Bruto Interno).

En ese tren, decretó aumentos de tarifas que dispararon el precio de la energía y del combustible, cuyo mercado está monopolizado por la deficitaria petrolera estatal Ancap.

Uno de los voceros del movimiento, Rafael Nogué, dijo que «esto ha superado todas las expectativas y lo que estamos viendo es al interior reclamando por soluciones. Después del 8 de enero esto tomó una dimensión muy grande, lo que quiere decir que las necesidades y preocupaciones son sentidas».

Este jueves además, la manifestación contó con la presencia en Tacuarembó de un ingeniero agrónomo invitado, Eduardo Blasina, quien los instó a continuar en esta senda sin dejarse «manijear» por ningún partido político que busque rédito de su reclamo.

Balsina aclaró que él no forma parte del movimiento, pero sí mostró identificación por la pasión y el apego con el agro que tiene. Unos les van a decir que son unos oligarcas tremendos, y otros que son blanditos por dialogar. No pierdan el rumbo. Ni se dividan, ni abandonen, ni dejen nada», les pidió.