La organización separatista armada vasca ETA lanzará en principio su desarme este sábado, entregando a la justicia francesa información sobre sus zulos, una promesa que de concretarse cerraría un capítulo sangriento de la historia de España.

Según el Partido Nacionalista Vasco (PNV, conservador), Euskadi Ta Askatasuna (País Vasco y Libertad, en euskera), considerada como «terrorista» por la Unión Europea (UE), está lista para desarmarse sin condiciones el 8 de abril.

Según una fuente próxima a la organización de este desarme, consistirá en la comunicación a la justicia francesa de la localización de los escondites de armas del grupo.

La mayor parte de su arsenal se encuentra en Francia, según la misma fuente. Estaría conformado por unas 130 armas y dos toneladas de explosivos.

ETA anunció en octubre de 2011 su renuncia definitiva a más de 40 años de lucha armada por la independencia del País Vasco y Navarra.

Su último atentado se produjo en 2010, cuando asesinó a un policía en Francia, elevando el balance final de muertes atribuidas a la organización a 829

Pero hasta ahora rechazaba el desarme y su disolución unilateral exigidos por París y Madrid, y reclamaba una negociación sobre la situación de sus miembros encarcelados, dispersos en prisiones francesas y españolas lejos del País Vasco.

Celebraciones

Este gesto del sábado estará acompañado de celebraciones organizadas por asociaciones y partidos vascos en Bayona, en el sureste de Francia.

Ningún otro dato se ha filtrado sobre las modalidades de la entrega.

Las «operaciones de desarme se desarrollarán fuera de Bayona, y se realizarán de tal manera que se garantizará que sea total y verificable», han asegurado a la AFP fuentes cercanas a los nacionalistas vascos, sin brindar más detalles.

El miércoles los partidos políticos del País Vasco español, a excepción del conservador Partido Popular (PP), pidieron a París y Madrid que facilitaran el desarme de ETA, al que quieren dar «credibilidad».

Conseguirlo «contribuiría decididamente a cerrar en la sociedad y la política vasca una etapa relacionada con el pasado» y avanzar hacia «un futuro centrado en la convivencia», declararon los partidos en un manifiesto leído en Bilbao (norte) por la diputada socialista Rafaela Romero.

«Es indispensable para cerrar definitivamente un capítulo de violencia en el País Vasco. Pero debe respetar la ley», indicó también a la AFP la senadora socialista francesa del departamento de los Pireneos Atlánticos Frédérique Espagnac, presentada a menudo como una intermediaria en estas negociaciones.

El gobierno español se mantiene por su parte en su posición habitual. «El único camino de ETA es la disolución, la entrega de armas, el arrepentimiento y el resarcimiento del daño causado», declaró el miércoles el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, en una entrega de condecoraciones de la Guardia Civil.

«No habrá transacciones ni concesiones con aquellos que tanto sufrimiento, tanto dolor y tantos años de miedo han provocado», dijo, acusando a la izquierda independentista vasca que lo interpelaba de «poner sus energías y sus intereses en los terroristas mucho más que en sus víctimas».

Varios diarios españoles publicaban, sin embargo este jueves, que la organización podría anunciar rápidamente sur disolución.

Familiares de víctimas en desacuerdo

Esto podría abrir el camino para un cambio de la política penitenciaria que permitiera el acercamiento de presos a cárceles más próximas al País Vasco y liberaciones condicionales, una evolución a la que se oponen las asociaciones de víctimas.

Aunque la paz ha llegado al País Vasco, aún quedan en la región muchas heridas sin sanar.

Los familiares de víctimas de la organización acusan a la izquierda independentista de querer «blanquear» el pasado y hacer olvidar los crímenes de ETA.

Personalidades españolas, entre ellas escritores, como Fernando Savater y asociaciones de víctimas, publicaron esta semana en la prensa un texto reclamando «el fin de ETA sin impunidad».

En un acto convocado el jueves en San Sebastián por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE), celebró que más de 3.000 ciudadanos se adhiriesen a este manifiesto.

El texto considera la «entrega» del sábado como un acto «mediático» y de «propaganda», y se opone a cualquier flexibilización de la política penitenciaria.

Los sectores más independentistas, por su parte, consideran que la historia oficial pasa por encima de las torturas policiales y los crímenes de los grupos paramilitares cercanos a la policía durante los años de violencia.

En todo caso, los expertos de la lucha antiterrorista consideran que ETA está «agonizando» y que su aparato clandestino ya sólo «contaría con unos treinta miembros».

Su error, estiman, fue no haber seguido el ejemplo de su antiguo «modelo», el IRA irlandés, que supo negociar el fin de una guerra civil y su reintegración a la democracia.