El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, dio el pasado viernes su primer discurso público, donde desplegó mensajes que despertaron polémica ya que habló de las formas en que el país deberá prepararse para una posible guerra, destacando las ventajas tecnológicas en la tarea. 

En su presentación, Austin –citado por Reuters- advirtió que Estados Unidos debe prepararse para un futuro conflicto bélico, el cual tendrá formas muy distintas a las “viejas guerras” que ocurrieron en el mundo y que “consumieron durante mucho tiempo al Pentágono”.

Al respecto, el funcionario norteamericano pidió que se aprovechen los avances tecnológicos y que exista una mejor integración de las operaciones militares a nivel mundial para “comprender, decidir y actuar más rápido”.

“La forma en que pelearemos en la próxima gran guerra será muy diferente a la forma en que peleamos en las últimas”, dijo Austin en el marco de un viaje al Comando del Pacífico de Estados Unidos con sede en Hawái.

“Como no podemos predecir el futuro, necesitamos la combinación correcta de tecnología, conceptos operativos y capacidades, todos entretejidos de una manera en red que sea tan creíble, flexible y formidable que hará que cualquier adversario se detenga”, evaluó Austin.

En tal sentido, aclaró que prevenir un conflicto significaría crear “ventajas para nosotros y dilemas para ellos”.

Además, destacó que las respuestas estadounidenses podrían ser indirectas y describió un escenario en el que la guerra cibernética podría usarse “para responder a un incidente de seguridad marítima a cientos de millas de distancia”.

Si bien el secretario de Defensa no mencionó explícitamente a China o a Rusia –rivales geopolíticos y económicos de Estados Unidos-, estas declaraciones se dan en un contexto donde el país norteamericano inicia su retirada de Afganistán, la cual fue ordenada por el presidente Joe Biden con el objetivo de poner fin a la guerra más que tuvo esta nación y, de esta manera, restablecer las prioridades del Pentágono.

En ese sentido, el comandante saliente del Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos, el almirante Philip Davidson, quien habló después de Austin, emitió una evaluación contundente de la situación.

«La competencia estratégica en el Indo-Pacífico no es entre nuestras dos naciones, es una competencia entre la libertad, la idea fundamental detrás de un Indo-Pacífico libre y abierto, y el autoritarismo, la ausencia de libertad y el objetivo del comunismo, el partido de China «, dijo Davidson. «Esta competencia no tiene por qué ponernos en el camino del conflicto. Nuestro trabajo número uno es mantener la paz y, para lograrlo, debemos estar preparados para luchar y ganar».

Hace dos semanas, el principal jefe de espías de la nación advirtió que China representa una «prioridad incomparable para la comunidad de inteligencia», con capacidades cibernéticas que pueden, como mínimo, afectar y perturbar la infraestructura crítica en Estados Unidos.