JP Morgan es conocido a nivel internacional como una de las grandes bancas financieristas que manejan que forman parte de la panoplia de los ominosos derivados que han alcanzado la escalofriante cifra de 544 millones de millones de dólares: casi tres veces del valor de las bolsas de valores en todo el mundo y que equivale a más de seis veces el PBI (Producto Interno Bruto) Global de 87,27 millones de millones de dólares.

Según Tyler Durden, de Zero Hedge, el Departamento de Justicia de EEUU acusó a la mesa de tratativas de metales preciosos (oro y plata) de ser una “empresa criminal”, como un vulgar “equivalente funcional de las mafias”.

Los fiscales exhibieron “el masivo esquema de varios años para manipular el mercado de los contratos futuros de los metales preciosos y la defraudación de los participantes en el mercado”.

La acusación se hizo de manera formal contra tres dirigentes del megabanco: Michael Nowak, anterior responsable de la mesa comercial de metales preciosos, Christopher Jordan y a Gregg Smith.

Brian Benczkowski, asistente del procurador general, comentó a la prensa que “basado en el hecho de que se trató de una conducta que fue extensa en la mesa, que se comprometió en miles de episodios en un periodo de ocho años, que es precisamente el género de conducta que el estatuto RICO castiga.”

El portal Bloomberg explica la enmienda RICO: “una ley que permite a los fiscales capturar las ‘empresas criminales’, como la de las mafias, al incriminar a todos los miembros de la organización por cualquier crimen cometido por un individuo en nombre de dicha organización”.

Si realmente el Departamento de Justicia es consecuente con lo que ha manifestado, pues prácticamente estaríamos hablando de un embargo general de toda la banca de EEUU: una verdadera revolución financiera como cuando Roosevelt embargó el oro, pero que ahora Trump lo haría al revés: embargando los activos bancarios de Wall Street.

Un golpe de esta magnitud de parte de Trump, en búsqueda de su atribulada reelección, lo haría inmensamente popular y rebasaría a la senadora Elizabeth Warren del Partido Demócrata, quien ha crecido gracias a su postura en contra de los excesos de Wall Street.

El Departamento de Justicia de EEUU no está golpeando a cualquier banco, sino que se fue a la yugular del principal banco global del viejo sistema financiero internacional basado en los ‘derivados financieros (hedge funds)’, por lo que el haber expuesto la flagrante manipulación del oro y la plata que dañó a millones de inversionistas en EEUU y en el extranjero, es probable que signifique el advenimiento de un nuevo orden financiero global apuntalado por el oro y la plata.