El veterano político ruso Boris Nadezhdin entregó este miércoles más de 100.000 firmas de apoyo a su posible candidatura para desafiar al presidente Vladimir Putin en las elecciones presidenciales de marzo en Rusia.

Nadezhdin, de 60 años, sorprendió al lograr movilizar a multitud de rusos partidarios de la paz en Ucrania y anunciar que pretende competir con Putin, que está en el poder desde 2000 y que el martes registró formalmente su candidatura para los comicios del 17 de marzo.

En un país donde criticar al Kremlin puede conllevar la pena de cárcel, su candidatura supone un soplo de aire fresco para los detractores anónimos del Gobierno, que buscan una manera de expresarse sin poner en riesgo su libertad.

Nadezhdin anunció este miércoles haber presentado a la comisión electoral más de 100.000 firmas de apoyo, un paso obligatorio para validar su candidatura.

«Muchas gracias a los que han creído en nosotros. Nadie lo creía hace un mes y algunos aún dudaban hace dos semanas», declaró a periodistas en Moscú.

«Millones de personas me apoyan», agregó, informó la agencia de noticias AFP.

La comisión electoral deberá tomar una decisión en un plazo de 10 días, durante el cual verificará la autenticidad de las firmas aportadas.

Nadezhdin califica de «pesadilla» la ofensiva rusa contra Ucrania iniciada en febrero de 2022 y acusa a Putin de autoritario.

Entre sus promesas electorales figura el cese de los combates, poner fin a la «militarización» de Rusia y liberar a «todos los prisioneros políticos», como el opositor Alexey Navalny.

Él ha desestimado el impacto de su posible candidatura.

«No le consideramos un adversario», declaró Dmitri Peskov, portavoz del presidente ruso.

Poco conocido fuera del minúsculo entorno liberal ruso, Nadezhdin dice que se lanzó en octubre porque ninguna figura destacada contraria a Putin había dado el paso.

Cita entre ellos al exalcalde de Ekaterimburgo, Evgueni Roizman, o al premio Nobel de la Paz y director del diario de oposición Novaia Gazeta, Dmitri Muratov.

A lo largo de los últimos 30 años, Nadezhdin ha llevado a cabo una carrera pública discreta a la que ha sumado un rol de asesor de figuras conocidas.

Aparte de un breve paso como diputado de la cámara baja del parlamento (2000-2003), sus funciones electivas se limitaron al ámbito local.

Sigue siendo representante municipal de Dolgoprudni, una ciudad situada a unos 20 km de Moscú, donde sus padres se instalaron en 1969, cuando tenía seis años.

Nacido en 1963 en el Uzbekistán soviético, de una madre profesora de música de origen judío y de un físico ruso, siguió en un principio los pasos de su padre.

Diplomado en Física, y luego en Derecho, obtuvo su primer mandato como concejal municipal en Dolgoprudni en 1990.

Entre 1997 y 1999, según su biografía oficial, colaboró con Boris Nemtsov, que se erigió en líder opositor a Putin, hasta su asesinato en 2015.

Nadezhdin colaboró entonces con Serguei Kirienko, entonces primer ministro liberal y hoy figura clave del Kremlin.

El opositor cuenta que trabajó con Putin durante su primer mandato, pero dice que rompió relaciones en 2003, durante la detención del opositor y director del grupo petrolero Yukos, Mijail Jodorkovski.