La Iglesia, como el resto de la sociedad, «debe despertar las conciencias» ante la violencia sexual que se abate sobre internet y las redes sociales, y que afecta particularmente a los jóvenes, pidió este viernes el papa Francisco.

«Debemos tener los ojos abiertos y no ocultar una verdad que es desagradable y que no quisiéramos ver» dijo el papa al acoger en el Vaticano una asamblea de científicos, sociólogos, abogados y representantes del sector digital.

«¿No hemos entendido demasiado bien en estos años que ocultar la realidad del abuso sexual es un gravísimo error y fuente de tantos males?», se preguntó el papa argentino ante los expertos.

«La Iglesia Católica en los últimos años se ha hecho cada vez más consciente de no haber hecho lo suficiente en su interior para la protección de los menores: han salido a la luz hechos gravísimos de los que hemos tenido que reconocer nuestra responsabilidad», añadió el pontífice.

El papa enumeró los riesgos crecientes para los jóvenes: difusión de imágenes pornográficas cada vez más extremas, el fenómeno del sexting, el envío de mensajes con carácter sexual, el acoso, la sextorsión (chantaje o captación de jóvenes en internet).

Sin olvidar crímenes más graves como la prostitución o las violaciones en directo.

«Ante todo esto ciertamente nos quedamos horrorizados. Pero lamentablemente estamos también desorientados», se lamentó el papa Francisco.

«Pero no debemos dejarnos dominar por el miedo, que es siempre un mal consejero», añadió el pontífice, que pidió a los expertos «no subestimar» el impacto de las imágenes sexuales en los niños, no confiar excesivamente en los filtros automáticos, y no caer en la «visión ideológica y mítica de la red como un reino de libertad sin límites».

«No se trata de ejercicio de la libertad, sino de crímenes, contra los cuales debemos proceder con inteligencia y determinación, ampliando la cooperación entre los gobiernos y las fuerzas del orden a nivel global» pidió Francisco.