El Parlamento Europeo abogó por el diálogo dentro de la ley al tratar hoy por primera vez la crisis política desatada en España tras el referéndum independentista que la región de Cataluña celebró el domingo pasado de manera ilegal.

El futuro de Cataluña unió a todos los jefes de los bloques en el Parlamento Europeo (PE) en un debate en el que la Comisión Europea (CE) dejó claro que solo le incumbe a los españoles su futuro, aunque dentro de la ley.

Aunque sí habían tomado la palabra por la mañana, en un debate distinto, en la sesión formal dedicada a Cataluña no intervinieron los eurodiputados españoles, dejando a los líderes de los grupos tomar la palabra y expresar el sentir de cada familia política europea.

Al abrir el debate, el vicepresidente primero de la CE, Frans Timmermans, subrayó que se trata de un asunto interno español, sin lugar a una mediación de Bruselas, y que le corresponde «a los 46 millones de españoles decidir su futuro, ellos deben buscar la solución y encontrarla».

Sus comentarios constituyeron una nueva negativa del bloque al llamado a una «mediación internacional» lanzado por el gobierno catalán luego de que una mayoría de catalanes votara por la independencia en el referéndum del domingo.

Bajo órdenes del gobierno central, la policía española reprimió fuertemente a votantes al desalojar centros de sufragio, dejando casi 900 heridos y agravando las tensiones.

Timmermans, que lamentó las acciones violentas, no hizo una condena explícita, y justificó el uso de la fuerza «proporcionada» para hacer valer la ley, informó la agencia de noticias EFE.

Por su parte, el líder del Partido Popular Europeo (PPE), el alemán Manfred Weber, pidió un diálogo «dentro de España y de la ley española» respecto a la situación en Cataluña, y aconsejó a las partes: «Por favor, siéntense a hablar juntos».

Weber, que expresó su pesar «por aquellos que resultaron heridos» por la represión de la policía durante el referéndum, declarado ilegal por el Tribunal Constitucional español, defendió el respeto a la legalidad, al tiempo que hizo un llamado al diálogo «en el que estén involucrados todos los actores».

El líder de los socialdemócratas, Gianni Pittella, mostró su preocupación por una eventual declaración unilateral de independencia catalana, que dijo sería una «provocación adicional» y añadiría «nafta al fuego».

El político socialista italiano se dirigió al presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y le señaló que su gestión de la crisis «debería haber sido diferente», ya que «los catalanes aportaban propuestas serias».

«La Constitución se puede cambiar con los instrumentos adecuados y no despreciando las normas comunes», señaló Pittella, quien agregó que «ningún demócrata puede alegrarse de las imágenes de las cargas (policiales) del domingo pasado» contra los votantes catalanes.

Para el líder del grupo liberal europeo, Guy Verhofstadt, también muy crítico del referéndum, «hablar es la única forma de encontrar una solución».

El ex primer ministro belga consideró que «declarar la independencia en base a los resultados de un referéndum defectuoso es totalmente irresponsable», e insistió en que esa irresponsabilidad lo es «no tanto para España, no tanto para Europa, sino también para Cataluña misma. Causará una fractura total en su sociedad, una fractura imposible de curar».

Verhofstadt afirmó que «cuando no se sabe hacia dónde ir, hay que elegir avanzar» y llamó a que las partes «se sienten en la misma mesa, con espíritu de entendimiento y comprensión», en «un diálogo inclusivo con visión de futuro».

Muy críticos con el gobierno español se mostraron el portavoz de la Izquierda Unitaria Patrick Le Hyaric y la líder de los Verdes, Ska Keller, quienes además apostaron abiertamente por una mediación europea.

«Todos los pueblos tienen derecho a la autodeterminación. Debe retomarse el diálogo y hay que ayudar desde la UE», señaló Le Hyaric, quien como la líder ecologista echó en cara a la CE que no condenara de forma explícita la actuación policial del domingo.

«La fuerza no sirve para resolver los conflictos. Ni la policía ni los jueces deben resolver un problema político», dijo Keller.

El debate se produjo con el enunciado pactado por todos los grupos de «Estado de Derecho, Constitución y Derechos Fundamentales en España, a la luz de los acontecimientos en Cataluña».