La popularidad del primer ministro japonés, Shinzo Abe, se desplomó a su nivel más bajo desde que llegó al poder en 2012, debido a su supuesta implicación en un caso de corrupción que lo llevó hoy a comparecer en el Parlamento.

El índice de aprobación del Gabinete de Abe cayó alrededor de 10 puntos después de que el Ministerio de Finanzas admitiera hace una semana la manipulación de documentos relacionados con una venta ventajosa de un terreno estatal, según varias encuestas publicadas hoy citadas por la agencia de noticias EFE.

La cifra se desmorona al 31% en el caso del sondeo realizado por el diario Asahi, mientras que el de la cadena Nippon TV sitúa la aprobación del gobierno en el 30,3 %, su peor nivel en los más de cinco años de gobierno de Abe y menos de la mitad del 66 % alcanzado en 2013.

La caída de la popularidad el primer ministro nipón se produce en medio de sospechas de que el gobierno encubrió un supuesto caso de corrupción en el que se vendió un terreno estatal a un precio casi 10 veces inferior al de mercado a una institución educativa privada con vínculos con Abe y su esposa, Akie.

La trama, que fue destapada en febrero del año pasado pero había permanecido en segundo plano hasta la revelación de la falsificación de documentos a principios de este mes, fue el eje central de la sesión parlamentaria en la que Abe volvió a negar que tanto él como su mujer estén involucrados en la venta y la manipulación documental.

«Ni siquiera conocía la existencia de los documentos del acuerdo del Ministerio de Finanzas. No podía haber ordenado su reescritura, su alteración», afirmó Abe en la sesión, en declaraciones recogidas por Kyodo.

Según las encuestas, más de la mitad de los japoneses creen que Abe tiene cierta responsabilidad en la manipulación: un 66,1 % en el caso del sondeo de Kyodo y un 68 % en el realizado por Asahi.

La supuesta venta beneficiosa a Moritomo Gakuen, una institución que ya había generado polémica por promover ideas ultranacionalistas en sus centros, se ha convertido en la peor crisis para Abe y podría poner en peligro su reelección en septiembre para un tercer mandado al frente del Partido Liberal Democrático (PLD) y poder así volver a presentarse a la reelección como primer ministro hasta 2021.