“La ley de Estado judío de Israel institucionaliza la segregación en Palestina”, manifestó el primer ministro palestino, Rami Hamdalá.

El jueves, el Parlamento israelí aprobó la normativa luego de varios meses de discusiones. La normativa fue promovida por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y aplica al territorio ocupado.

«Esta controvertida ley es otro intento para eliminar la identidad árabe- palestina e institucionalizar y legitimar las políticas de Apartheid, en lugar de promover la paz», indicó Hamdalá. «Los palestinos serán despojados de su reconocimiento político, legal y cultural en su propia tierra», destacó.

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El primer ministro acotó que la reciente ley afectará a 1,8 millones de palestinos que poseen la ciudadanía israelí, 2,8 millones de palestinos que viven en Cisjordania y 1,9 millones de palestinos que viven en la Franja de Gaza.

Por su parte, el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, calificó la ley como “peligrosa y racista por excelencia”.

La ley establece: Israel se conocerá como Estado judío y democrático, establece a Jerusalén como la capital de Israel, consiente dentro del marco legal la expansión de los asentamientos israelíes en la frontera con Palestina, el hebreo será el idioma oficial de Israel, excluyendo a otras lenguas árabes usadas por diversas minorías (20 por ciento) que residen en la región, solo el pueblo judío gozará de una «categoría especial» y tiene derecho a la autodeterminación (derechos políticos, sociales, otros).