El gobierno español prorrogó hoy las restricciones impuestas a los viajes «no imprescindibles» desde terceros países a la Unión Europea y los países del espacio común Schengen hasta el 15 de junio, mientras la cifra diaria de fallecidos por coronavirus volvió a la senda descendente.

La extensión de la medida que limita los movimientos transfronterizos coincide con la entrada en vigor de controles de temperatura, y la obligatoriedad de que todos los pasajeros que lleguen desde el extranjero cumplan una cuarentena de 14 días.

Los únicos extranjeros que podrán arribar durante el próximo mes son los residentes en España u otro país de la UE, o quien cuente con un visado de larga duración, y los trabajadores transfronterizos, según la nueva orden publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

También tienen permitido viajar los cónyugues, ascendiente o descendientes que vivan a cargo de un residente para reunirse con él.

La orden extiende las restricciones temporales adoptadas el 17 de marzo último por el Consejo Europeo para controlar la expansión de la pandemia.

Por otro lado, durante el proceso de desescalada también se acotan las llegadas desde el extranjero a cinco aeropuertos y ocho puertos, entre ellos el madrileño de Barajas y El Prat de Barcelona.

El blindaje de las fronteras se mantiene en pleno proceso de levantamiento gradual de las medidas de confinamiento impuestas a la población española con el estado de alarma decretado dos meses atrás para contener el brote de coronarius, que ya causó 27.459 fallecidos.

España registró este viernes 138 fallecidos más por coronavirus, una cifra que rompe con el leve repunte de los últimos cuatro días.

Por el contrario, el número de contagios sigue al alza, con 549 casos más, aunque este ligero incremento se mantiene dentro de los márgenes de las oscilaciones de la pandemia en su tendencia descendente.

Desde que comenzó la pandemia, España detectó 230.183 casos de coronavirus, de los cuales 144.783 ya superaron la enfermedad, según el último balance del Ministerio de Sanidad español.

Las autoridades sanitarias españolas deben decidir si dejan que a partir del próximo lunes la Comunidad de Madrid y Cataluña, las zonas más afectadas por el coronavirus, avancen en la flexibilización del confinamiento, como lo hicieron la mayoría de los españoles la semana pasada.

Las autoridades regionales de Madrid volvieron a reclamar entrar en la fase 1 -como ya lo hicieron la semana pasada y Sanidad lo rechazó-, que les permitiría abrir con un límite de ocupación los espacios exteriores de bares y restaurantes, el comercio minorista y lugares de culto y centros deportivos, así como permitir el contacto social hasta un máximo de diez personas.

Las autoridades del Ministerio de Sanidad, sin embargo, estarían más dispuestas a que Madrid continúe una semana más en la fase 0 del plan de desescalada, aunque con algunas medidas de alivio.

Esto es lo que proponen las autoridades catalanas para Barcelona y su área metropolitana, que podría permitir la apertura del comercio de forma generalizada, pero no de los bares y restaurantes.

Foto: Enrique Calvo / Reuters