El Gobierno de Estados Unidos denunció este miércoles que el Gobierno de China desplegó en los últimos años una flota de globos presuntamente de espionaje en varios países, similares al que Estados Unidos derribó el pasado sábado en su territorio, mientras el presidente Joe Biden afirmó que Washington “no busca un conflicto” con Pekín.

«Estos globos son parte de una flota de globos desarrollados para operaciones de vigilancia», dijo la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, a bordo del avión presidencial Air Force One.

«En años anteriores, globos chinos fueron avistados en varios países de los cinco continentes», agregó la portavoz, quien aseguró que el país estuvo en contacto con aliados y socios sobre este tema.

Un enorme globo blanco que transportaba equipo sofisticado a más de 50.000 pies de altura (unos 17.000 metros) atravesó el territorio continental de Estados Unidos la semana pasada antes de que el presidente Biden ordenara a mandos militares que lo derribaran frente a la costa este del Atlántico.

China insiste en que el globo estaba realizando una investigación meteorológica, pero el Pentágono lo describió como una operación de espionaje de alta tecnología.

Según funcionarios estadounidenses, se tomaron medidas para evitar que los instrumentos del globo recopilaran información confidencial durante su paso por el territorio norteamericano, al sobrevolar sobre varias instalaciones militares.

Estados Unidos recuperó este martes los primeros restos del globo y aseguró que los estudiará para poder «aprovechar» al máximo la información que pueda propiciar y descartó devolver esos restos a China.

El incidente del globo aumentó las tensiones con China y llevó al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, a postergar un viaje a la capital del país asiático.

En el pasado, los globos chinos sobrevolaron Estados Unidos al menos en tres ocasiones, por breves lapsos, durante la presidencia de Trump, y una, también por poco tiempo, al comienzo del mandato de Biden, detalló el Pentágono.

Biden dio este miércoles una entrevista a la cadena PBS, oportunidad en la que aseguró que Estados Unidos “competirá de lleno” con China, para enseguida señalar: “No buscamos un conflicto y ese ha sido el caso hasta ahora».

El presidente estadounidense respondió más adelante con un escueto “no” a la pregunta de si el incidente del globo había lastimado considerablemente la relación con Pekín.