Tanto la canciller de Alemania, Angela Merkel como el presidente Joe Biden y la OTAN piden que Rusia reduzca sus tropas en la frontera con Ucrania para permitir una «desescalada» de la situación.

El vocero del gabinete alemán, Steffen Seibert, en un comunicado expresó que:

«La canciller federal y el presidente coincidieron en el hecho de que Rusia necesita reducir el reciente fortalecimiento de su presencia militar (en el oeste de Rusia) para lograr una distensión de la situación».

Previamente, la ministra de Defensa alemana había acusado a Rusia de «provocación» en el conflicto en el este de Ucrania, poco antes de una reunión con sus homólogos de la OTAN y mientras la situación en el terreno sigue agravándose.

«Mi impresión es que la parte rusa está haciendo todo lo posible para provocar reacciones», dijo Annegret Kramp-Karrenbauer a la cadena de televisión pública ARD, y añadió que «con Ucrania no queremos dejarnos arrastrar a ese terreno».

El presidente ruso, Vladímir Putin, en una reciente conversación telefónica con Merkel subrayó que Rusia es libre de mover sus fuerzas armadas por todo el territorio nacional.

Asimismo, en una llamada telefónica con Putin, Biden «enfatizó el compromiso inquebrantable de Estados Unidos con la soberanía e integridad territorial de Ucrania», y propuso una cumbre entre los dos líderes en un tercer país «en los próximos meses«, dijo la Casa Blanca.

El jefe adjunto del gabinete presidencial ruso Dmitri Kozak afirmó la semana pasada que Rusia no pretende violar la integridad territorial de Ucrania ni anexar sus territorios, pero defendería a los habitantes de las zonas rusófonas del este ucraniano si se produjera una masacre como la ocurrida en Srebrenica