El Gobierno de Estados Unidos inició una demanda judicial contra Google por mantener un “monopolio ilegal” en el mercado de búsquedas en Internet y reclamó cambios “estructurales” que podrían derivar en una fragmentación del gigante tecnológico.

Presentada por el Departamento de Justicia junto a 11 fiscales estatales republicanos, el proceso podría tardar años en desarrollarse, pero -de gran significado político- inaugura ya una batalla entre el Gobierno estadounidense y la compañía, con implicancias potencialmente importantes para el sector.

Tras trascender la noticia, Google calificó la causa como “profundamente defectuosa”.

“La gente usa Google porque así lo desea, no porque se vea obligada a hacerlo o porque no pueda encontrar alternativas”, señaló la principal filial de Alphabet en un comunicado, en el que se jacta de haber puesto la información del mundo “al alcance de más de mil millones de personas”.

“Confiamos en que un tribunal determinará que esta demanda no cuadra ni con los hechos ni con la ley”, sentenciaron.

Esta denuncia es la primera fase de lo que se perfila como una ofensiva múltiple contra la firma informática, ya que el fiscal general de Texas está preparando otra por su conducta en el mercado de la publicidad digital.

Según precisó el fiscal adjunto del Departamento de Justicia, Jeffrey Rosen, el caso iniciado en Washington apunta a la posición monopólica de Google en el ecosistema digital.

“Google es la puerta de entrada a Internet”, dijo en una conferencia de prensa Rosen, quien se refirió a los miles de millones de dólares que la empresa pagó a los fabricantes de dispositivos para ser su motor de búsqueda principal.

“Mantuvo su monopolio mediante prácticas excluyentes que son perjudiciales para la competencia”, opinó.

En la demanda, los querellantes propusieron que la corte considere una serie de soluciones, entre ellas una posible fragmentación de la compañía, aunque sin brindar demasiados detalles.

De hecho, se solicita al tribunal “prohibir a Google” las prácticas monopólicas y considerar “el alivio estructural necesario para curar cualquier daño” a sus competidores, lo que podría traducirse en cambios internos dentro del gigante.

Consultado al respecto, Rosen evitó responder y dijo: “El litigio tendrá que continuar un poco más antes de que queramos establecer detalles específicos”.

La denuncia fue presentada después de meses de investigaciones llevadas a cabo por agentes antimonopolio federales y estatales, que buscaron verificar el poder de Google y realizaron también pesquisas paralelas a otras plataformas como Amazon, Facebook y Apple.

En casi todos los estados del país, las agencias federales, los comités parlamentarios y los fiscales iniciaron varias investigaciones contra estas firmas tecnológicas, cuyo comportamiento disgusta tanto a funcionarios conservadores, que las acusan de parcialidad, como a progresistas, preocupados por las infracciones a la ley de competencia y el fortalecimiento de las desigualdades.

“Planeamos continuar con nuestra revisión de las prácticas competitivas de las principales plataformas en línea”, ratificó, por su parte, Rosen.

Michael Carrier, profesor de derecho de la Universidad de Rutgers y especializado en temas de competencia, dijo que esta causa podría buscar forzar a Google a eliminar parte de su software de los teléfonos Android, según reportó la agencia de noticias AFP.

Algo similar a lo que sucedió a Microsoft en la década de 1990, cuando los clientes se vieron obligados a usar otros programas.

Pero, a sólo dos semanas de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Carrier consideró que la presentación de la denuncia en este contexto “plantea la posibilidad de que las preocupaciones políticas estén jugando un papel”.

Google, la unidad principal de Alphabet, gestiona el motor de búsqueda más usado en el mundo y ofrece también una variedad de servicios relacionados, como mapas, correo electrónico, publicidad y compras. Además, opera el sistema operativo móvil Android, utilizado en la mayoría de los teléfonos inteligentes a nivel global.

Si bien esta es la primer demanda de este tipo contra el gigante tecnológico en Estados Unidos, Google ya fue multado por las autoridades europeas por servirse de prácticas desleales para fortalecer su posición dominante, principalmente en el campo de las búsquedas en Internet.

No obstante, la empresa continúa negando las acusaciones relacionadas con prácticas monopólicas.