Los portaaviones de la Armada de Estados Unidos, USS Nimitz y USS Ronald Reagan, realizarán otra vez maniobras en el Mar de China Meridional, tal como lo hicieron en las mismas aguas del 4 al 6 de julio pasado.

Según lo explicó la fuerza militar norteamericana, ambas naves de ataque operan “donde permita la ley internacional” con el argumento de fortalecer “su compromiso con un Indo-Pacífico libre y abierto y un orden internacional basado en las leyes”, en el marco de estrechar lazos con quienes comparten intereses en la región.

A pesar de que la escalada de acciones entre Estados Unidos y China se viene desarrollando desde hace meses, Washington aseguró que la presencia de los navíos no responden a eventos políticos.

En tal sentido, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, expresó que “las cosas han cambiado dramáticamente” en esa región marítima y que por eso Estados Unidos utilizará “todas las herramientas disponibles” para apoyar a aquellos países que denuncien que China violó su espacio soberano.

Por su parte, desde la Embajada de China en Estados Unidos, solicitaron que cesen en sus “intentos de perturbar y sabotear la paz y la estabilida de la región”.

Al respecto, agregaron que Pompeo “ignora los esfuerzos de China y de los países de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático” (Asean) para favorecer la paz y la estabilidad en el mar de la China Meridional y que “distorsiona deliberadamente los hechos y el derecho internacional” además de exagerar “la situación en la región e intenta sembrar la discordia entre China y otros países litorales”.