La presencia del mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, en la reunión presidencial de la XXV Cumbre Iberoamericana este sábado en Colombia, en momentos en que su país atraviesa por una fuerte crisis política, ha generado gran expectativa entre los dignatarios asistentes a la reunión.

La llegada de Maduro a la ciudad de Cartagena fue confirmada el viernes a último momento por los organizadores, que hasta entonces esperaban que Caracas estuviera representada en la cumbre por un viceministro de Relaciones Exteriores.

Sin embargo, la instalación de la reunión presidencial comenzó sobre las 10H15 locales (15H15 GMT), sin la presencia del mandatario venezolano.

Su llegada estaba prevista para las 08H30 locales, pero hasta el momento solo se encuentra en Cartagena su canciller, Delcy Rodríguez, y los organizadores no aún confirman si se trata de un retraso o de que finalmente Maduro no asistirá.

La posible llegada de Maduro fue bien recibida por los cancilleres que se reunieron el viernes en el primer día de la cita iberoamericana para debatir sobre juventud, emprendimiento y educación, temas centrales del encuentro.

Representantes de varios países, entre ellos Argentina, Guatemala y la misma Colombia, celebraron la presencia de Maduro para que los mandatarios puedan debatir directamente con él la situación de Venezuela, donde la tensión entre gobierno y oposición aumenta día a día.

El mandatario peruano, Pedro Pablo Kuczynski, dijo al llegar a Cartagena que veía «con mucho optimismo esta cumbre», entre otras cosas porque se va a dar la oportunidad de tratar «los temas del vecino país, Venezuela».

Kuczynski había anunciado que aprovecharía la reunión para insistir en la activación de la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA) al gobierno de Maduro y para pedir a los países de la región desplegar «un operativo de ayuda humanitaria a Venezuela», ante la escasez de alimentos y medicinas.

La Carta Democrática faculta a la OEA a intervenir en casos de alteración del orden institucional en un país miembro y, de aprobarse, podría acarrear sanciones contra la nación caribeña.