La guerra sin armas que libran Estados Unidos y China agrega un nuevo capítulo desde que el Gobierno del país norteamericano les prohibiera a las “personas de Estados Unidos”, tanto ciudadanos como residente permanentes apoyen el «desarrollo» o la «producción» de ciertos chips de alta gama que podrían hacer avanzar las aplicaciones tecnológicas chinas desde el uso militar hasta la inteligencia artificial para supercomputadoras.

La restricción podría traer una interrupción masiva a los principales círculos de chips de China, dijeron analistas y ejecutivos de la industria.

Varias de las principales empresas de equipos y materiales para chips con sede en China han sido fundadas por estadounidenses de origen chino que tienen ciudadanía estadounidense, según ejecutivos de la industria y documentos públicos, y «cientos» de ejecutivos y profesionales en el centro de los esfuerzos de China para construir un chip autosuficiente.

Estos altos ejecutivos son conocidos como haigui, o «tortugas marinas», un apodo chino para los retornados que han estudiado y trabajado en el extranjero, especificó el diario Nikkei Asia.

Durante mucho tiempo se los ha considerado cruciales para el objetivo de China de mejorar sus sectores de chips y tecnología, y muchos han promocionado su experiencia trabajando en las principales empresas estadounidenses como Intel, Applied Materials y Lam Research.

Algunos ejemplos de renombre incluyen al presidente y director ejecutivo fundador, Gerald Yin, de Advanced Micro-Fabrication Equipment Inc. China (AMEC), el principal fabricante de equipos de China, cuyo objetivo es romper el dominio de las empresas estadounidenses en el sector de herramientas para la fabricación de chips.

Yin, descrito como ciudadano estadounidense en el sitio web de la empresa y en sus presentaciones ante la bolsa de valores, trabajó en los Estados Unidos durante dos décadas antes de comenzar AMEC en 2004.

Muchos de los altos ejecutivos de AMEC también son ciudadanos estadounidenses con una larga experiencia laboral y estudiando en los Estados Unidos, incluido el director de operaciones Du Zhiyou, mostró el sitio web de relaciones con los inversores de la compañía.

Las acciones de AMEC cerraron con una caída de casi un 20 % el lunes, parte de una venta masiva de acciones de chips de China tras el anuncio de las últimas restricciones estadounidenses.

Otros ejemplos incluyen a David H. Wang, director ejecutivo y presidente de ACM Research, el fabricante de máquinas de limpieza de obleas más avanzado de China. El sitio web de la compañía dice que es ciudadano estadounidense.

ACM Research le dijo a Nikkei Asia que todavía está estudiando las implicaciones de las nuevas reglas y se negó a hacer más comentarios.

Al menos cuatro altos ejecutivos del fabricante de máquinas de chips Tuojing Technology, también conocido como Piotech, que cotiza en Shanghai, también tienen ciudadanía estadounidense.

Chen Lu, presidente fundador y director ejecutivo de Skyverse Technology, un proveedor clave de máquinas de prueba, es otro ciudadano estadounidense, según el prospecto de la empresa, al igual que Wang Sumin, presidente fundador y director ejecutivo del fabricante de productos químicos para la fabricación de chips Anji Microelectronics, según muestran los registros públicos. Las acciones de Anji cayeron un 20 % el lunes.

AMEC, Skyverse, Piotech y Anji no respondieron a la solicitud de comentarios de Nikkei Asia.

Durante más de una década, China ha alentado encarecidamente a aquellos con conocimientos especiales y de la industria a regresar a casa para enseñar en las mejores universidades o iniciar empresas. El «Plan de los Mil Talentos» iniciado por Pekín en 2008 tenía como objetivo traer de vuelta aún más talento extranjero para ayudar a China a mejorar sus industrias.

Sin embargo, Estados Unidos ahora ve programas como este como una amenaza de espionaje industrial.

Los últimos controles de exportación son el primer intento explícito de Washington de evitar que las tortugas marinas ayuden a China a desarrollar semiconductores avanzados para supercomputadoras, IA y otras aplicaciones tecnológicas clave.

Anteriormente, Washington solo regulaba las actividades de personas estadounidenses si estaban relacionadas con programas de armas nucleares o químicas y biológicas en China, según el documento de control de exportaciones.

«No tenemos números reales de cuántas personas podrían estar sujetas a las nuevas regulaciones de Estados Unidos esta vez. Pero según la información pública, muchas empresas chinas clave de chips están dirigidas por estadounidenses de origen chino o tienen varios altos ejecutivos estadounidenses de origen chino», dijo Donnie Teng, un analista de tecnología de Nomura Securities, le dijo a Nikkei Asia.

Ellos «son líderes cruciales de la industria para el desarrollo y el progreso de los semiconductores chinos», finalizó.

En tal sentido, el investigador Jordan Schneider de la empresa de investigación de datos económicos y conocimiento de políticas para ayudar a los clientes al respecto de tendencias globales, Rhodium Group, señaló al respecto este 18 de octubre: “Mucha gente no sabe lo que pasó ayer. En pocas palabras, Biden ha obligado a todos los estadounidenses que trabajan en China a elegir entre renunciar a sus trabajos o perder la ciudadanía estadounidense. Todos los ejecutivos e ingenieros estadounidenses que trabajan en la industria de fabricación de semiconductores de China renunciaron ayer, paralizando la fabricación china de la noche a la mañana”.

“Una ronda de sanciones de Biden hizo más daño que los cuatro años de sanciones performativas bajo Trump. Aunque los exportadores estadounidenses de semiconductores tuvieron que solicitar licencias durante los años de Trump, las licencias se aprobaron en un mes. Con las nuevas sanciones de Biden, todos los proveedores estadounidenses de bloques de IP, componentes y servicios partieron de la noche a la mañana, cortando así todo servicio [a China]”, añadió.

Finalmente, Schneider sintetizó: “En pocas palabras, todas las empresas de semiconductores de nodos avanzados se enfrentan actualmente a un corte total del suministro, renuncias de todo el personal estadounidense y una parálisis inmediata de las operaciones. Así es como se ve la aniquilación: la industria de fabricación de semiconductores de China se redujo a cero de la noche a la mañana. Colapso completo. No hay posibilidad de supervivencia”.