El Fondo Monetario Internacional (FMI) instó a Berlín a impulsar de manera «más enérgica» el gasto público en un país económicamente muy poderoso pero que sigue siendo sordo a las recurrentes críticas por su falta de inversión.

«Es necesaria más voluntad política para mejorar decisivamente la inversión doméstica, lo que podría ayudar también a re equilibrar la balanza exterior», dice la institución en su informe anual sobre Alemania.

A su vez, la institución alerta que el fomento de las inversiones podría conducir a un sobrecalentamiento de la economía. El organismo también observa debilidades en el sistema tributario y social germano, en el que detecta una gran carga impositiva a los ingresos más bajos. «Esto desincentiva el comienzo de un nuevo trabajo», precisa.

También llamó a Alemania a flexibilizar el comienzo de la edad de jubilación y a favorecer una mayor incorporación de la mujer al mercado laboral. Para ello, explica, el Gobierno de Angela Merkel debe aumentar su inversión en los jardines de infancia y en las escuelas de jornada completa, con horarios más prolongados que permiten a los padres compaginarlos con sus turnos de trabajo.