Oficiales militares de Níger afirmaron este miércoles que derrocaron al presidente Mohamed Bazoum, al cabo de una tensa jornada en la que primero se reportó la retención del mandatario por parte de miembros de su custodia, en lo que se había interpretado como un intento de golpe de estado.

“Nosotros, las fuerzas de defensa y de seguridad, reunidas en el seno del Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CNSP), hemos decidido poner fin al régimen”, dijo el coronel mayor Amadou Abdramane, flanqueado por otros nueve uniformados, en un mensaje transmitido por la televisora estatal.

Asimismo, medios locales reportaron que los jefes militares decretaron toque de queda en todo el país y cerraron las fronteras.

Más temprano, soldados de la guardia presidencial bloquearon el palacio de gobierno en Niamey, la capital, y Bazoum había sido retenido por algunos uniformados, en un intento de golpe de estado que fue condenado por la ONU, la Unión Africana, Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

No obstante, la oficina del presidente había dicho inicialmente que el Ejército no apoyaba la rebelión, organizada por un grupo de militares.

La supuesta razón del alzamiento es la intención de Bazoum de despedir al comandante de la guardia presidencial, general Omar Tchiani.

El presidente del vecino Benín, Patrice Talon, viajaba este miércoles a Níger con el propósito de negociar con los uniformados que retenían a Bazoum.

En tanto, la televisora emiratí Al Arabiya sostuvo que Bazoum se negó a firmar una carta de renuncia, como le exigían los alzados.

«Tras unos diálogos, la guardia presidencial rechazó liberar al presidente y el Ejército lanzó un ultimátum», provocado por el «arrebato» de los miembros de la guardia presidencial, había dicho más temprano una fuente gubernamental.

Al final de la tarde, la guardia presidencial dispersó con tiros de advertencia a manifestantes que se acercaron a respaldar a Bazoum.

Horas antes, un grupo de miembros de la Guardia Presidencial de Níger había bloqueado calles aledañas a la residencia presidencial, en Niamey, y la Presidencia amenazó con una respuesta militar en caso de que no pusieran fin a la protesta.

El personal dentro del palacio tampoco pudo acceder a sus oficinas.

En un mensaje en Twitter que fue posteriormente borrado, la Presidencia indicó que los guardias presidenciales participaron de la “manifestación antirrepublicana” e intentaron “en vano” obtener el apoyo de las otras fuerzas de seguridad.

«El Ejército y la guardia nacional están dispuestos a atacar a los elementos de la guardia presidencial implicados en este arrebato» si no cambian de postura, agregó la Presidencia, que precisó que tanto Bazoum, en el poder desde abril de 2021, como su familia, estaban «bien».

El secretario general de la ONU, António Guterres, manifestó su «enérgica condena» y rechazó «cualquier intento de tomar el poder por la fuerza y socavar la gobernabilidad democrática, la paz y la estabilidad» en Níger, dijo su vocero, Stéphane Dujarric, en un comunicado.

La Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (Cedeao) confirmó el «intento de golpe de estado» y expresó su «estupor y consternación», al tiempo que instó «a los autores de este acto a liberar inmediatamente y sin condiciones al presidente de la República elegido democráticamente».

En tanto, el presidente de Nigeria y nuevo presidente de la Cedeao, Bola Tinubu, calificó los eventos de «desagradables» y dijo que ya estaba en «consulta cercana» con otros líderes de la región sobre la situación.

Por su parte, la Unión Africana (UA) condenó el «intento de golpe de estado» y pidió el «retorno inmediato y sin condiciones de los militares traidores a sus cuarteles».

Si bien seguían siendo inciertas las causas de la revuelta, analistas dijeron que el aumento del costo de vida y las percepciones de incompetencia y corrupción del gobierno pueden haber llevado a los soldados amotinados a la acción.

Desde que se independizó de Francia en 1960, en Níger se produjeron numerosos intentos de golpe de estado, cuatro de ellos exitosos, el último en febrero de 2010, cuando fue derrocado el presidente Mamadou Tandja.

Aliado clave de varios países occidentales, incluidos Estados Unidos y Francia, en la lucha contra el yihadismo en África Occidental, Níger logró hasta ahora evitar la inestabilidad política que afectó a otros países de la región por la inseguridad.