La intervención oportuna de las fuerzas leales al Gobierno frustró el plan horas después de su ejecución, asegurando así la estabilidad del país.
La reacción del país vecino se produjo después que el Gobierno de Milei considerara “falsa” la denuncia de golpe de Estado.
El ex presidente dejó sembradas sus sospechas y dijo que Arce y los miembros del Gobierno son "muy expertos en faltar el respeto a la verdad" y dijo que "mintieron y faltaron el respeto al mundo entero".
Si bien la canciller Diana Mondino realizó una elíptica referencia hacia el hecho, el Ejecutivo nacional no lanzó ninguna comunicación oficial.
Los golpistas se retiraron del Palacio Presidencial tras el nuevo nombramiento del alto mando militar, por orden del reciente comandante nombrado para las Fuerzas Armadas, José Wilson.
Los pronunciamientos políticos en repudio a los sucesos ocurridos en las calles de La Paz no se hicieron espera. La comunidad internacional respalda al presidente Luis Arce y pide el cese de la intervención de las Fuerzas Armadas.
El presidente boliviano denunció en horas de la tarde a través de redes sociales “movimientos irregulares de algunas unidades del Ejército”. Minutos mas tarde, se pudo ver como la policía militar copó la puerta del Palacio del Quemado, sede del Ejecutivo, e ingresó por la fuerza.
Las imágenes difundidas por el periódico estadounidense New York Times muestran al ex mandatario acompañado por el embajador húngaro y su personal de seguridad entrando a la sede diplomática.
Referentes de Abuelas, H.I.J.O.S., Nietes y APDH coincidieron en que este 24 de marzo es particular: es el primero con un Gobierno nacional que reivindica lo ocurrido durante la última dictadura cívico militar y niega los 30.000 desaparecidos. Ante la proliferación de los discursos de odio, los organismos apelan al legado de madres y abuelas para seguir buscando a los nietos que faltan y luchar para que no haya retrocesos judiciales en las condenas a genocidas.
Se trata de Bernardo Romao Correa Netto, acusado de haber organizado el 28 de noviembre de 2022 una reunión de oficiales de las Fuerzas Especiales del Ejército para planear un golpe de estado, un mes después del balotaje que consagró al actual presidente.
El primer mandatario izquierdista de Colombia añadió: "Aquí no se puede tumbar un presidente progresista, el primero en un siglo, porque legalmente un sindicato de trabajadores aportó a un partido de izquierda. Llegó el momento de la expresión popular".
El presidente brasilero realizará un acto en el Congreso el próximo lunes para conmemorar el primer año del intento de golpe y repudiar la avanzada golpista, una ceremonia en la que estarán gobernadores, jefes de los otros poderes y más de 500 invitados especiales.