La salida de Gran Bretaña de la Unión Europea todavía no logra acordarse y la escasez de algunos productos que el Reino importa de la región que busca abandonar preocupa de cara al futuro.

Las negociaciones entre el gobierno británico y la diplomacia de Bruselas parecen haberse estancado , y comienza a aparecer con más fuerza la posibilidad de una ruptura intempestiva, sin pacto con el resto de los países europeos.

Este escenario plantea dudas y no son pocos los que temen que esa decisión pueda llevar a la falta de suministros esenciales como comida o medicamentos.

Gran Bretaña importa de la Unión Europea cerca de una tercera parte de sus alimentos y sería un problema mayúsculo para el país soportar un bloqueo en los puertos con decenas de camiones detenidos en las carreteras formando colas interminables.

Existe en el Reino Unido una gran dependencia de esas cadenas de abastecimiento que trasladan productos en toneladas durante las 24 horas del día.

“Un Brexit sin acuerdo podría afectar a los suministros de alimentos y hacer que los comerciantes eludan a Gran Bretaña”, advertíó esta semana Ian Hampton, directivo de Stena Line, uno de los operadores de ferry más grandes del mundo.

Por otra parte, hay “muy poca preparación” en los puertos y “la ansiedad es alta”, agregó. Esta compañía es el mayor operador de transbordadores que da cobertura en el mar de Irlanda y posee tres puertos británicos.