Los mandatarios de la zona euro alcanzaron este lunes un acuerdo para empezar a negociar un nuevo programa de rescate con Grecia, que impone al gobierno de Alexis Tsipras una serie de duras medidas y supone grandes sacrificios para la exhausta economía del país.

Al cabo de 17 horas de difíciles negociaciones, marcadas por la desconfianza y las divisiones y la amenaza de una salida de Grecia de la unión monetaria, los 19 países llegaron a un acuerdo «por unanimidad».

«El Grexit desapareció», dijo a la agencia AFP el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, después de reconocer que la tarea había sido «laboriosa».

La zona euro comenzó su cónclave el domingo por la tarde con la firme intención de negociar hasta el final. «La Eurocumbre alcanzó por unanimidad un acuerdo. Con serias reformas y apoyo financiero», dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

Una vez aprobado por los diputados griegos, los parlamentos nacionales europeos podrán dar mandato al Eurogrupo para empezar a negociar el rescate.

El presidente francés, François Hollande, celebró esta «decisión histórica» de la Unión Europea y la «valiente decisión» del primer ministro griego, Alexis Tsipras, que aseguró por su parte haber «luchado hasta el final» para lograr un acuerdo que sus socios de la zona euro quisieron «más duro».

Pero para la canciller alemana Angela Merkel, «el camino será largo y difícil», como quedó en evidencia en una larguísima negociación precedida por una reunión de ministros de Finanzas que comenzó el sábado y terminó el domingo con numerosos puntos en suspenso.

Ahora la urgencia es que Grecia pueda hacer frente al pago de 4.200 millones al Banco Central Europeo antes del 20 de este mes.

Privatizaciones y más recortes 

Tras meses de negociaciones infructuosas entre Atenas y sus socios y la convocatoria de un referéndum por parte de Tsipras, muy mal recibido por parte de los socios europeos, el Eurogrupo reclamó garantías adicionales «muy duras» a Grecia.

Este tercer rescate al país, que ya se benefició de otros dos en 2010 y 2012, está evaluado en entre 82.000 millones y 86.000 millones de euros durante tres años.

El documento final incluye varias de las líneas rojas que el gobierno de Tsipras quería evitar, como la participación del FMI en el rescate, nuevas privatizaciones y la creación de un fondo controlado por la UE para pagar la deuda.

Sobre la deuda, el documento abre la vía a una reestructuración y alargar los plazos pero no a una quita.

El acuerdo obliga además al gobierno griego a legislar rápidamente esta semana las nuevas medidas.

Desde que se impuso el corralito el 29 de junio, la economía griega está paralizada. Los bancos sobreviven únicamente gracias a la ayuda de urgencia del BCE, cuyo consejo de gobernadores realizará una conferencia telefónica para decidir si sigue mateniendo el oxígeno de las entidades griegas.

Los principales puntos del acuerdo

  • Confianza: Los países del eurogrupo subrayan en el preámbulo del documento final la «necesidad crucial de reconstruir la confianza con las autoridades griegas como prerequisito» para un nuevo plan de rescate.
  • FMI: El eurogrupo recuerda que para acceder a un programa de rescate del MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad) la presencia del FMI es un «prerequisito». El gobierno de Alexis Tsipras había insistido en que no quería al Fondo Monetario Internacional (FMI) en el nuevo rescate y había llegado a hablar de su «responsabilidad criminal» en las medidas de austeridad.
  • Pensiones y mercado laboral: Entre los puntos clave que exigen los socios está la reforma del sistema de pensiones y la apertura a la competencia de sectores como el del transporte marítimo o de la energía, así como una «revisión y modernización» del mercado laboral. También exigen una reforma de la oficina de estadísticas (Elstat), que había sido acusada de manipular datos macroeconómicos.
  • Privatizaciones: El acuerdo incluye la creación de un fondo con 50.000 millones de euros en activos que servirán para amortizar la deuda. Este fondo, una idea de Alemania y que estará controlado por la eurozona, fue uno de los principales escollos en la negociación. Finalmente el fondo estará en Grecia y no en Luxemburgo, como pedía Berlín.
  • Reforma de la administración: Los socios europeos piden la «modernización y la despolitización» de la administración griega y que antes del 20 de este mes Grecia haga propuestas para reducir su coste.
  • Reestructuración de la deuda: El acuerdo reconoce la «preocupación sobre la sostenibilidad» de la deuda, una situación que atribuye «a las políticas [griegas] de los últimos 12 meses». El eurogrupo también se declara dispuesto a tomar medidas adicionales, como el aumento de los plazos de vencimiento, pero resalta que no puede haber una quita.
  • Plan de apoyo a la economía: El eurogrupo se compromete a un plan de 35.000 millones de euros para apoyar el crecimiento y la creación de empleo en los próximos cinco años.
  • Control e implementación: El documento insiste en el control y la implementación del acuerdo, incluyendo el «trabajo de campo en Atenas», una referencia a la presencia en Grecia de representantes de las instituciones para verificarlo.