Irán presentó una demanda contra Estados Unidos ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) porque la Corte Suprema estadounidense se ha apropiado de unos 2.000 millones de dólares procedentes de fondos iraníes para indemnizar a familiares de víctimas del extremismo islámico.

La demanda de la República Islámica de Irán contra el gobierno de Estados Unidos fue registrada el pasado martes en La Haya (sede de la CIJ), informó hoy la agencia oficial iraní de noticias IRNA.

El pasado mes de abril la Corte Suprema estadounidense ordenó la entrega a los familiares de 241 marines muertos en 1983 en un ataque extremista en Beirut, supuestamente patrocinado por la República Islámica, de 2.000 millones de dólares (unos 1.776 millones de euros) procedentes de activos iraníes congelados en Estados Unidos.

En su dictamen, emitido con seis votos a favor y dos en contra, los ocho jueces que actualmente conforman el principal tribunal estadounidense determinaron que el Congreso actuó dentro de sus capacidades cuando creó una ley que permitía demandar a países extranjeros por atentados extremistas ocurridos fuera de territorio estadounidense.

Poco después de esta medida adoptada por Estados Unidos, el presidente iraní, Hasan Rohaní, aseguró que Irán no dudará en tomar las medidas necesarias para hacer frente a «la conducta ilegal» de Washington en la confiscación de los fondos iraníes, reportó la agencia de noticias EFE.

Y advirtió que Irán recurriría a la Corte Internacional para recuperar su dinero.
En su demanda presentada el martes, el gobierno iraní señaló que Washington ha violado diversos compromisos internacionales, que las medidas estadounidenses son incompatibles con acuerdos vigentes entre Estados Unidos e Irán y que van en contra de las normas del derecho internacional.

La larga batalla legal para conseguir una indemnización de Irán ha estado protagonizada por 1.300 estadounidenses, que sostienen que el atentado de 1983 en Líbano estuvo «orquestado» por Irán.

Los familiares de las víctimas acusan a Teherán de proporcionar apoyo material al grupo chiita libanés Hezbollah, en cuya fundación participó Irán y que saltó a la escena internacional a consecuencia del atentado de 1983 que costó la vida a 241 marines estadounidenses.